Nos remontamos a la ciudad de Santa Fe hace unos 50 años. Es una tarde gris donde un niño llora la muerte de su perro. Le había armado un hogar a su mascota con unas placas de yeso, pero ante la angustia por la pérdida destruye todo el refugio. Se sienta en una hamaca y mira la pared donde se apoyaba ese yeso. Estaba repleta de los dibujos negros que hace la humedad en Santa Fe pero había un lugar donde la humedad no estaba más. Y era donde estaban apoyadas las placas de yeso. Sin saberlo, esa tarde el santafesino Daniel Boncompagni creaba un poderoso producto anti humedad: el sistema Blotting.
Así, Daniel relata en esta entrevista con Negocios el inicio de un proyecto que luego lo llevaría por muchos caminos donde la investigación y el desarrollo siempre fueron su marca personal. Está junto a su mujer, María Martha Conesa Tagle, socia gerente de Blotting que relata codo a codo cómo han logrado sostener esta empresa que pasó por distintas etapas en toda su historia, con momentos financieros críticos, pero que hoy está firme en el país y que estrena la apertura de su nuevo local en el Hiper Libertad rosarino mientras ya busca otra boca similar en otro mall de la ciudad. “Estamos convencidos de que cuanto más cerca del público que nos consume podemos estar, mejores resultados tentemos. Desde hace casi 30 años que estamos en el Hiper Libertad de Córdoba con muy buenos resultados, donde podemos aprovechar sábado y domingo para venderle a los clientes de la ciudad y los alrededores. Y a Rosario no sólo venimos acá por los rosarinos, sino también por los clientes de la región”, detalla Daniel.
El sistema Blotting es ya un clásico que existe desde 1985. “Estás ante el creador del sistema antihumedad”, define María Martha acerca de Daniel. Volviendo a la historia, la familia de él tenía una pequeña fábrica de cerámicos en Santa Fe y desde chico él investigaba distintas mezclas con los moldes de los cerámicos. Luego, a los 18 años se fue a estudiar ingeniería a la capital cordobesa y ya no volvió a vivir a Santa Fe nunca más, quizás es por eso que muchos creen que es cordobés. En la facultad poco estuvo, pero siempre siguió con su pasión por investigar con materiales para revestimientos. Recuerda que en el año 78 un hombre mayor, que ya estaba por jubilarse, lo dejó hacer pruebas con distintos materiales en la fábrica donde trabajaba y allí logró hacer la primera matriz de su placa anti humedad. Llegaría luego el turno de probarla, fue una vecina la que le prestó sus paredes permitiéndole pegarlas en un invernadero que tenía completo de plantas y humedad. Probó sus placas allí, fue un éxito y la casa de esta vecina se convirtió en algo así como como su primer showroom. Poco tiempo después ya estaba vendiendo en un negocio de sanitarios donde él mismo hacía la instalación y a partir de ese momento comenzó paso a paso el crecimiento del sistema.
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Daniel muestra de forma práctica cómo la placa absorbe el agua.
Foto: Celina Mutti Lovera / La Capital
Absorber y evaporar
Para explicar cómo funciona el sistema Blotting Daniel toma una placa y, sin mediar palabra, le tira un vaso de agua. Muestra como el agua se absorbe en segundos y explica “si esto tiene 100% de humedad y el ambiente tiene 80% de humedad ese 20% se va evaporando de a poco”. Estas placas se ponen con un pegamento especial en la pared y va tomando poco a poco la humedad lindante, es decir, no tapa la humedad sino que la absorbe. Ese es parte del secreto de la marca, aunque no pueden contarlo todo porque tienen un gran problema: hay quienes hacen imitaciones que luego no tienen el mismo resultado. Es por eso que lo que decidieron es que cada placa tenga un holograma que permita tener la trazabilidad de la pieza. Así terminaron con el fraude. Si alguien tiene alguna dificultad con un producto, que además tiene una garantía de 15 años, utilizan el holograma para tener la información precisa de cuándo fue fabricado y cómo fue colocado.
Una de las dificultades históricas de este material es que no es posible pintarlo de colores. La explicación es simple, si se agrega pintura a este material se le quita su propiedad porque lo impermeabiliza y, por lo tanto, no permite la evaporación del agua. Llegó la pandemia y Daniel encontró el tiempo que necesitaba para volver a investigar y alcanzar una nueva meta: que la placa de Blotting venga con una coloración directamente de fábrica. “Le gente venía y consultaba siempre si se podía pintar, no les gustaba que eso no fuera posible”, recuerda. Así, hoy con tintas vegetales, sin químicos, lograron tener un producto diferencial ya que aseguran que “esto en el mundo no existe” porque no es sólo la placa sino también el enduído para las juntas del mismo tono. Los colores que comercializan son en la paleta de los pasteles, ya que siempre se parte del blanco del yeso.
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Los tonos pasteles de los paneles de Blotting.
Foto: Celina Mutti Lovera / La Capital
¡Eureka! Un boom a punto de explotar
En el inicio de su relato Daniel detalló que uno de sus fracasos más importantes en la investigación es no haber podido lograr nunca que un revestimiento antihumedad a base de yeso pudiese ser utilizado para el exterior, porque el yeso se deteriora. Y ahora confiesa que tiene un lanzamiento entre manos: “Voy a cumplir mi sueño de los 12 años ¿sabes cual era? Fabricar un revestimiento para mejorar el frente de las casas y ahora lo cumplí, lo estoy cumpliendo en este momento”. Se le ilumina la cara da Daniel lo que delata que esto que cuenta es realmente emocionante para él y agrega una frase que se le ocurrió para el slogan: “en 30 días Blotting pasa al frente. Me voy a dar esta satisfacción, para mí es una satisfacción tremenda, lástima que no esté mi viejo para verlo”. En este caso, para exterior sí consiguió darle una tonalidad más oscura para lograr un material simil piedra gris. Lo hará a base de humo que es lo que le permite llegar a un color que está de moda para los exteriores. Eso sí, habrá que esperar para el lanzamiento porque la fórmula está chequeada pero ahora debe entrar en producción.
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El nuevo local en el Hiper Libertad donde se pueden ver todos los productos.
Foto: Celina Mutti Lovera / La Capital
La planta de Blotting está en Barrio Alberdi en Córdoba capital. Tienen 2.880 metros cuadrados con 70 empleados. Llegaron a tener muchos más e incluso una planta anexa, pero en épocas de un crecimiento muy acelerado distintas encrucijadas macroeconómicas afectaron la salud financiera de la empresa. Daniel y Martha lo recuerdan como un momento muy duro, pero lograron salir adelante. Hoy fabrican en promedio 36 mil paneles por día cuyos productos más destacados son el sistema Blotting tradicional, el okiblott con colores, okiblott deco, cielorraso incombustible, ladrillo Blotting y decorativos Blotting. María Martha cuenta que con algunos de estos productos han sumado clientes ya que “con toda la línea okiblott se elevó bastante el target porque antes sólo vendíamos la línea en blanco, hoy vendemos para todos los clientes. También para las empresas sumamos el muro Blotting que es un tabique divisorio de ladrillos de yeso encastrado”, este último se utiliza mucho en oficinas.
En lo que respecta a los mercados, venden en todo el país con 70 locales y 90 puntos de venta. Los mercados más fuertes son Córdoba, Mendoza y Rosario y ya están dando su primer paso internacional con la apertura de un local propio en Montevideo.