Desde mañana los casildenses podrán usar nuevamente el servicio urbano de transporte de pasajeros que dejó de funcionar hace largo tiempo tras frustrados intentos por restablecerlo.
Desde mañana los casildenses podrán usar nuevamente el servicio urbano de transporte de pasajeros que dejó de funcionar hace largo tiempo tras frustrados intentos por restablecerlo.
Aunque la vuelta del colectivo a la ciudad ya había sido anunciada meses atrás por la Intendencia, de lo cual dio cuenta La Capital, aun faltaba para su implementación que el Concejo diera luz verde a la ordenanza que finalmente sancionó.
El déficit lo cubrirá la empresa UTE 33/9 con un recorrido de cuatro frecuencias diarias que unirá los puntos más extremos de la ciudad entre el hospital San Carlos y el cementerio San Salvador, para lo cual afectará unidades que usa en el trayecto Rosario-Carcarañá-Casilda.
Hasta el viernes los usuarios tendrán servicio sin costo y luego pagarán 30,90 pesos por viaje a través de la tarjeta Sube, la cual podrán gestionar y obtener gratis en la oficina de Inspección de Tránsito que está en la estación de ómnibus.
Aún más económico será el precio del pasaje para quienes cobran Asignación Universal por Hijos, jubilados y ex combatientes Malvinas, entre otras beneficiarios de programas sociales, que tendrán un descuento de casi el 50 por ciento.
"Los primeros días serán gratis para que los usuarios conozcan y se familiaricen con el recorrido del colectivo que además parará inicialmente y por 30 días —a fin de evaluar el comportamiento de la demanda— en todas las esquinas donde haya pasajeros", explicó el intendente, Juan José Sarasola. Y acotó: "Si la respuesta es buena, como esperamos, la idea es agregar más frecuencias y explorar otros recorridos, cuya posibilidad ya conversamos con la empresa y la Secretaría de Transporte provincial".
Luego de que dejara de prestar servicio a partir de la crisis de 2001 la histórica y recordada firma local de transporte La Casildense, popularmente conocida como "La Gringa", las experiencias posteriores no tuvieron éxitos al toparse con un negocio poco rentable.
Sin embargo la necesidad de reactivar el servicio de colectivo urbano siguió estando presente en la agenda pública al ser un transporte económica que favorece fundamentalmente a sectores de menores ingresos. La salida surgida a instancias del acuerdo al que arribó el municipio con la 33/9 para cubrir el vacío parece ser, aunque sólo podrá corroborarse con el tiempo, una opción superadora a lo hecho antes. Es que al usar coches y personal ya afectadas a sus líneas de funcionamiento implicaría un achicamiento de costos que da chances para sostener y dar una continuidad del servicio a la espera de resultados.
Se trata de la misma compañía que cubre los recorridos que hacía Monticas hasta que el Estado le quitó la concesión tras el trágico accidente sobre ruta 33 que dejó 13 muertos y cuantiosos heridos.
El recorrido fijado para el arranque si bien no comprende toda la ciudad garantizará cobertura en distintos sectores donde pasarán los ya conocidos "amarillitos" de la 33/9 que diariamente ingresan a salen de la ciudad por medio de la ruta 26 que une Casilda con Carcarañá.
Si bien es un servicio más conveniente en lo económico no afectaría a taxistas y remiseros que trabajan las 24 horas del día, lo que indica que "no será perjudicial ya que pueden convivir sin problemas", dijo Sarasola.
Gustavo Orellano