Por Gustavo Orellano
"No al cierre de la escuelita de Motto". Con ese elocuente mensaje, escrito sobre carteles colgados en el acceso y en la zona céntrica del pueblo, la comunidad de Máximo Paz, ubicada a unos 80 kilómetros al sur de Rosario, visibiliza su rechazo a una medida que parece estar dispuesta a resistir hasta lograr que el Ministerio de Educación provincial la revea y dé marcha atrás.
La decisión de cerrar el Centro de Educación Rural (CER) Nº 101 "Dr. Simón de Iriondo" fue notificada hace poco más de un par de semanas por la supervisora de la Región VI del Ministerio de Educación, Viviana Allegri a la asociación cooperadora del establecimiento, la que no tardó en manifestar su oposición y reclamar, a instancias de una nota dirigida a la titular de la cartera educativa, Claudia Balagué, la "urgente revisión" de lo dispuesto.
El pedido cuenta con el acompañamiento de la comuna, instituciones y vecinos de esta pequeña localidad del departamento Constitución, la que se mantiene movilizada a la espera de una respuesta que garantice la continuidad de este histórico y emblemático colegio de campo que tiene 80 años de existencia y cuyo predio se encuentra ubicado a 12 kilómetros del casco urbano.
Por la cuestionada resolución, los cinco alumnos del establecimiento rural están cursando, desde hace algunos días, en la Escuela Primaria Nº 183 Manuel Belgrano de Máximo Paz, de la cual depende el CER, pero sus padres aseguran que no se adaptan al proceso de enseñanza y hasta temen que abandonen los estudios "al no sentirse estimulados".
La ministra de Educación Claudia Balagué ya fue informada del problema por medio de un escrito en el que, entre otros argumentos, resaltan que "nosotros no entendemos las cuestiones ministeriales; solo sabemos y podemos entender que nuestros hijos en ese ámbito (de educación rural) aprenden de acuerdo con sus posibilidades, se conectan con la naturaleza y sus pares y principalmente son felices porque logran alcanzar sus metas" para luego plantearle el interrogante de si "acaso es preferible que no terminen el ciclo escolar".
El fundamento para la clausura del CER Nº 101 es que sus alumnos no residen en el pueblo y por tal motivo deben concurrir al colegio primario de la localidad por cuestiones de cercanía y para favorecer la "integración y sociabilización".
La medida, que coincide con el traslado hacia Alcorta de la docente a cargo del establecimiento rural, no solo se contrapone a la opinión esgrimida por los progenitores de los chicos que asistían a la "escuelita de Motto", como la conocen en el pueblo, sino a las voces de disconformidad de distintos sectores y actores de la comunidad, incluido docentes de la escuela primaria que se alzaron para rescatar la función que cumple el CER tanto en materia educativa como de contención e inclusión.
Un proyecto integrador. Para evitar el cese del establecimiento educativo rural, los referentes locales, además de resaltar el rol que cumple en la formación de chicos con problemas de aprendizaje, apelan a que se ponga en marcha un proyecto que fue elevado hace tiempo a la provincia para que el espacio en cuestión sea utilizado también por alumnos de la Escuela Nº 183 para desarrollar distintas actividades prácticas integradoras como huertas, entre otras.
Para ello, la comuna ofrece el minibús con que hasta hace poco eran trasladados los chicos que iban al colegio de campo, cuyas instalaciones se encuentran en buen estado de conservación, además de contar con energía eléctrica, internet y todos los elementos necesarios para el desarrollo educativo.
Si bien la matrícula es de solo cinco estudiantes, por lo menos otros siete ya habían manifestado interés para sumarse el próximo año, lo que resultará inviable de mantenerse firme la decisión de cerrar la institución.
"Lo que pretendemos es que las autoridades atiendan el planteo ya que la escuela debe seguir funcionando porque es un espacio apropiado para chicos que, por distintos factores, al no hallarse en la escuela del pueblo, encuentran el incentivo suficiente para estudiar, desarrollarse y sentirse pleno", sintetizó el presidente de la cooperadora, Patricio Guillermo Motto, quien es nieto de uno de los fundadores del establecimiento.
Similar postura expresó el también ex alumno y reconocido bioquímico local, Ricardo Tassile, tras sostener que la medida adoptada "fue sorpresiva e inconsulta, razón por lo cual lo sucedido, que resulta por lo menos llamativo más aún al registrarse a mitad del ciclo lectivo, sería lógico y razonable que sea revisado".
El profesional opinó que "es incorrecto pensar, como plantea el Ministerio de Educación, que representa un desarraigo para un chico ir a la escuela rural ya que, muy por el contrario, se trata de una elección y ello debiera ser respetado para no ser vulnerados derechos e intereses de los niños".