La justicia dispuso este martes el desalojo de una familia de colonos de Bigand que desde tiempo venía luchando para no ser expulsada de las tierras que aún trabajaban. La medida, que ya había sido firmada días atrás, finalmente fue concretada en el marco de fuerte operativo del que participaron varios móviles y unos cincuenta efectivos policiales.
La familia Marinucci-Gobbo se topó esta mañana bien temprano con el peor escenario al tener que abandonar su hogar y una pequeña parcela de terreno destinada a la cría de animales tras ser reclamada su tenencia y explotación por la Fundación Honorio Bigand, que administra las tierras que fueron del fundador del pueblo, Víctor Bigand. Resistieron con la esperanza de revertir la situación, pero terminaron corriendo la misma suerte de otras 25 familias que hace años también fueron desalojadas a instancias de acciones impulsadas por aquella fundación.
La orden judicial se llevó adelante mientras se estaba organizando un acampe que iba a comenzar este miércoles, pero la resolución impidió lo programado.
Sandra Gobbo y Oscar Marinucci tuvieron que salir en ambulancia del predio debido a una crisis nerviosa generada por la presencia de patrulleros y policías.
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"Orgullosos de estar de pie, fuertes y unidos muy abrazados como hace 42 años", publicó Sandra en su pagina de Facebook poco después del triste momento que atravesó junto a su compañero de vida y con quien se fotografió para mostrar su inalterable unión, a pesar de los escollos que deben sortear.
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Asimismo, la mujer señaló: "Lo hicimos todo para luchar contra los mafiosos. Ellos no ganaron… Si se quedan con nuestra chacra de lucha y libertad (es porque) llegaron con más de 50 oficiales armados y con escudos para llevarnos presos".
"Pero -añade la publicación- con la frente en alto y no como las ratas que ya abandonaron su historia. Salimos en ambulancia, sentados junto a la doctora Sandra. Solo tuvimos buen trato de Damián y Matías, jefe y sub jefe de nuestra comisaría. Los demás solo son patrones de la fundación”.
Por último, resaltó: "El amor es más fuerte y Oscar y yo estamos repletos de amor… El odio queda en Bigand, que nada hizo para que estos delincuentes de Buenos Aires se adueñen de nuestro pueblo”.
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Tras el episodio en cuestión, no tardó en arribar a Bigand la diputada Lucila De Ponti, quien junto a su par Dámaris Pacchiotti había impulsado un proyecto que fue aprobado para pedir a la provincia la urgente intervención ante la orden judicial que terminó materializándose esta mañana a fin de obligar a la familia de colonos a abandonar las cinco hectáreas que seguían explotando.
"Nos parece desmedido e inapropiado que se haya realizado este operativo para desalojar a una familia que no se resistió", dijo la legisladora, entre otras consideraciones formuladas a una emisora radial bigandense momentos antes de salir hacia la chacra donde se llevó adelante el desalojo a fin de verificar posibles daños contra la vivienda habitada por la pareja Marinucci-Gobbo.
Esa familia es la última que resiste en el territorio donde han vivido y trabajado las tierras por varias generaciones que se remontan a 1920. Después de una lucha judicial que duró más de 15 años, supieron que un juez de Cañada de Gómez, Sergio Verdura, dispuso el lanzamiento del desalojo que no pudieron evitar.