Tras 20 los días de paro de los empleados comunales de Cañada Rosquín la tensión entre los trabajadores y las autoridades continúa en aumento y no se observan hasta el momento indicios que puedan orientar las negociaciones hacia una conciliación. Esta semana los empleados comunales instalaron un campamento frente al edificio de la comuna mientras que las autoridades salieron a buscar apoyos en diversos sectores de la población para participar de una marcha realizada el jueves para respaldar el posicionamiento del presidente comunal, Ulises Puntonet (PRO).
Las expectativas están centradas la reunión que se llevará adelante la próxima semana en la sede central del Ministerio de Trabajo, oportunidad en la que las partes serán representadas en una audiencia de conciliación.
El mecanismo que se observa por estos días en la localidad del departamento San Martín tiene mucho en común con otros conflictos en el que se intenta restar crédito al reclamo de los trabajadores y se busca para ello la adhesión y el descontento de los vecinos basados en el impacto que genera la baja en la prestación de los servicios.
Este instrumento, aunque antipopular, es quizás el único efectivo al que pueden recurrir los trabajadores para ventilar cómo el juego de poder que se da en una población pequeña los oprime y avanza contra sus puestos de trabajo y les carcome los derechos laborales.
Disgustos en la gente
Por un lado, el jefe comunal sostuvo, en declaraciones a radio Cronos, que “Tenemos nuestros fundamentos y ellos sostienen los suyos. Esta es una comunidad pacífica, pero que demanda. No es normal que sucedan estos acontecimientos. Molesta y genera disgustos en la gente”.
Enfrente se encuentran los empleados que intentan hacer entender al resto de los pobladores que deben desarrollar su lucha para frenar los avasallamientos y arribar a soluciones que contemplen sus requerimientos.
Para Jesús Monzón, secretario general de la Federación de Sindicatos de Trabajadores Municipales de la Provincia de Santa Fe (Festram), desde el inicio del conflicto siempre hubo disposición al diálogo y para abordar los problemas que derivaron en él.
“Nos reunimos y no llegamos a ningún acuerdo. Ahora esperamos una nueva mesa de negociación pero esto depende de ellos. Lamentablemente no entiendo la postura tan dura que tiene Puntonet. Es una situación que se genera por actas incumplidas. El 100 por ciento de los compañeros están acompañando este reclamo”, indicó el gremialista y destacó que “tendremos a nuestra gente todos los días que sean necesarios hasta que se solucione el conflicto”.
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Según Puntonet, la reunión entre los representantes del Sindicato de Trabajadores Municipales (Sitram) y Festram “se trató de una mesa de debate en buenos términos, aunque sin acuerdo”. Sostuvo que el acampe es impactante para una localidad que no está acostumbrada a atravesar este tipo de situaciones, pero aclaró que siempre y cuando la protesta sea justa y pacífica respeta el derecho a reclamar. “Es algo que molesta a los vecinos, no es saludable e incomoda a todos”, dijo.
Para él, existe un único punto en conflicto que no se logra destrabar. Según dijo, se trata del pase a planta de un empleado al cual “se le había dado la palabra” pero debía esperar hasta el cese de un agente, quien ya había ingresado los trámites para concretar su jubilación en la comuna. “En estas últimas horas tuvimos la grata noticia de que ya está en condiciones de hacerlo. Ahora debemos esperar la renuncia para tramitar la baja y se genere la vacante para que este trabajador entre. O sea que no hay un conflicto económico ni laboral”.
Actas incumplidas
Por su parte, Monzón dijo que el jefe comunal miente y señaló que son numerosos los temas en negociación. “Además del pedido de pase a planta de un agente que se incumple a pesar de dos actas compromiso firmadas desde 2019 por jefe comunal, también hubo descuentos de adicionales a otros trabajadores” lo que significaron reducciones de sueldo.
El mediodía del jueves un grupo de vecinos se acercó al acampe de los trabajadores frente a la comuna para repudiar su actitud y se vivieron momentos de tensión por el fuerte cruce verbal entre los sectores. “Fue una marcha convocada por la misma comuna. Eran unos 30 vecinos que vinieron a insultar a los trabajadores. Pudimos conversar con ellos y explicarle los motivos de esta movilización hasta que se calmaron. Pero se vivieron momentos muy tensos”, indicó Monzón.
Frente a esto, Puntonet dijo que la medida de fuerza es “una actividad sindical y política intensa donde están haciendo que el empleado trabaje cada vez menos en desmérito de esta gestión”. En el mismo tono acusó al gremio de “apuntalar una destitución del presidente de comuna que está en funciones” y hasta disparó que existen “abusos sindicales en la localidad desde hace mucho tiempo”.