El ministro de Defensa de la Nación, Agustín Rossi, anunció formalmente la puesta en marcha, en la Fábrica Militar de Fray Luis Beltrán, de la producción de chalecos antibalas, en principo para las fuerzas armadas y de seguridad nacionales, aunque con posibilidades de abastecer también a las policías provinciales. La novedad implicará la incorporación de 30 nuevos trabajadores, a los que se sumarán otros cien empleos indirectos, ya que los chalecos serán enfundados por cooperativas ajenas a la empresa estatal.
"Desde hace un par de años estamos tratando de recuperar capacidades perdidas de Fabricaciones Militares, y aunque la de Fray Luis Beltrán tradicionalmente fue una fábrica de municiones que proveía a las fuerzas armadas y de seguridad, en estos días estamos preparándonos para lanzar la fabricación allí de chalecos antibala, en una iniciativa de los ministerios de Seguridad de la Nación, de Defensa y de Desarrollo y Seguridad Social, por el cual Fabricaciones Militares elaborará los chalecos antibalas mientras que la fabricación de la cobertura de los mismos estará a cargo de distintas cooperativas que están bajo la órbita de Desarrollo Social", le contó Rossi a LaCapital durante una entrevista exclusiva.
"Este aumento de la producción de la fábrica Fray Luis Beltrán ya se viene registrando en su quehacer tradicional en torno a producir municiones, ya que también se firmaron convenios con fuerzas de seguridad a las que se provee, sustituyendo así la importación habitual de municiones", indicó el ex jefe de la bancada de diputados del Frente Para la Victoria.
Rossi, que promueve un perfil industrialista para el área de Fabricaciones Militares y que en tal sentido tiene por referentes a los generales Mosconi, Savio y Juan Domingo Perón destacó que las ampliaciones de la fábrica de Fray Luis Beltrán conllevará el ingreso directo de por lo menos 30 trabajadores a los que se sumarán unos 100 empleos indirectos más a través de la cooperativas de trabajo participantes.
Ampliación. "Fabricaciones Militares amplió sus instalaciones y eso significó una inversión de cuatro millones de pesos, y además compró maquinarIa para la fabricación de los chalecos", señaló el ministro titular de Defensa, mientras extraía datos de una carpeta azul con el logotipo de las tres fuerzas armadas. "Se trata de chalecos antibalas masculinos que cumplen con las normas del Registro Nacional de Armas RB2 y ya se hicieron junto al Registro Nacional de Armas y el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (Inti) todas las certificaciones".
Luego Rossi anunció: "Vamos a empezar con la fabricación de 600 chalecos mensuales, y ya para el 2014 pensamos alcanzar la cifra de 2 mil unidades por mes. Lo importante, además, es que con todo esto nos va a quedar toda la capacidad instalada y todo el know-how para poder avanzar en la confección de chalecos para personal de seguridad femenino", explicó.
Otras fuerzas. El referente kirchnerista de Santa Fe consideró luego que "obviamente, en la medida que otras fuerzas de seguridad lo soliciten, nosotros podremos tener alternativas. Esa es la política que venimos llevando adelante, porque el mercado de las armas y de todo lo que circula en materia de seguridad es muy pequeño y entonces siempre las licitaciones terminan con impugnaciones de unos a otros. Por esa razón, mientras uno tenga alternativas de abastecerse con productos de elaboración propia, es lo mejor que nos puede pasar".
Por último, recordó que en materia de políticas de defensa, "durante el menemismo, el entonces ministro (de Obras y Servicios Públicos de la Nación, Roberto José) Dromi dispuso la privatización de 27 empresas dependientes del área de Defensa. Entre ellas, la más emblemática fue Somisa —este miércoles se cumplen 65 años del fallecimiento del general Manuel Savio, comentó el ministro como al pasar—. Nosotros hemos empezado a recuperar y después de muchísimos años vamos a abrir una nueva planta de Fabricaciones Militares en Jáchal, provincia de San Juan, para producir explosivos con destino a la industria minera, y en la de Río Tercero es donde tenemos construido el prototipo de un vagón tolva para el transporte de granos.