Por Rodolfo Montes
Los pacientes recuperados del Covid 19 tendrán una relevancia creciente para mejorar la salud de los nuevos contagiados, y, se espera, podrán bajar de manera significativa el índice de mortalidad de la enfermedad que estremece al planeta. Se trata de una técnica con mucha tradición en la Argentina: convocar a donantes voluntarios de sangre (entre la población de pacientes recuperados), separar el plasma de esa sangre y luego usarlo con pacientes enfermos que estén en etapa temprana de la enfermedad.
El ensayo clínico se realizará para probar la seguridad del llamado plasma convaleciente (sin efectos adversos), y la efectividad. Luego, se comparan dos poblaciones para ver si la intervención fue efectiva. Entre otras instituciones, participan de la investigación el Hospital Garrahan, el Instituto Maiztegui de Pergamino, la Asociación Argentina de Hematología y la Asociación Argentina de Terapia Intensiva.
El proyecto de investigación lo encabeza el Ministerio de Salud de la Nación y cuenta con la adhesión de varias provincias, entre ellas Santa Fe, que ingresó al llamado "Protocolo Nacional de Plasma de Pacientes Recuperados de Covid-19". El Centro Unico de Ablación e Implantes de Organos (Cudaio) provincial confirmó que se integró al proyecto de ensayo clínico nacional para evaluar la eficacia del "plasma de convaleciente en el tratamiento de enfermos de coronavirus".
Con matices, la técnica la creó hace 50 años Julio Maiztegui, en Pergamino, para combatir la fiebre hemorrágica -virus "Junín"-, que de manera empírica logró bajar la mortalidad de esa enfermedad que azotaba la zona núcleo de la Argentina, conocida popularmente como el "mal de los rastrojos".
Maiztegui y sus colaboradores bajaron la mortalidad del 40 al 4 por ciento, en los años 70. Muchos años después, el virus fue aislado y se consiguió la vacuna. El tratamiento se denomina de inmunización pasiva porque no es el propio enfermo el que genera los anticuerpos, sino que les son inyectados.
Hoy se obtiene el plasma por donación de sangre, se aísla el virus, se "titulariza" los anticuerpos, y luego se lo usa con certeza científica y no de un modo empírico como se hacía antiguamente.
"El mundo entero está estudiando esto y todavía no existe una comunicación importante de casos que haya demostrado eficacia. Los resultados de nuestra investigación los validará el ministerio a través de la dirección de investigaciones científicas", explicó a La Capital Oscar Torres, presidente de la Asociación Argentina de Hematología, ayer, en una presentación nacional del proyecto, ante la prensa, en el Hospital El Cruce-Néstor Kirchner, el más grande y moderno de la provincia de Buenos Aires (Florencio Varela).
El proyecto tendrá, por lo demás, participación privada a través del Hospital Italiano, el Alemán y, entre otros, el Cemic, todos de la ciudad de Buenos Aires. El plan estratégico, con el fin de ordenar el trabajo de los científicos, fue creado el pasado 17 de abril por el ministerio que conduce Ginés González García ?con una resolución-, quien solicitó a las provincias que definan protocolos para la colección de plasma y que se sumen a los ensayos clínicos nacionales. "La expectativa es que en julio estén los resultados que permitan avizorar los beneficios y también los problemas que pudiera producir la transfusión de plasma", adelantaron ayer los funcionarios nacionales y de la provincia de Buenos Aires en Florencio Varela.
En la presentación se destacó la donación −de sangre− como una forma de contribuir a una sociedad mejor. "Son 45 minutos para tal vez salvar la vida de alguien que está transitando la misma enfermedad", comentó el doctor Torres.
Hoy la Argentina tiene no más de 200 pacientes en terapia intensiva con motivo del Covid, y unos 1.500 pacientes recuperados. Dos tercios de ese total son pacientes pausibles de donar (en función de las restricciones de los donantes). La relación entre pacientes que pueden donar con aquellos que podrían necesitar transfusiones es beneficiosa. Aunque los estudios clínicos están empezando −hasta ayer sólo unos 30 pacientes recuperados habían donado sangre− en el Ministerio de Salud tienen "mucho entusiasmo".
En el plano local, y en conversación con La Capital, el secretario de Salud de Rosario, Leonardo Caruana, celebró la iniciativa y confirmó que los hospitales Clemente Alvarez y el Provincial, de Rosario; el Eva Perón de Granadero Baigorria y el Iturraspe de la ciudad de Santa Fe participarán del proyecto de recuperación de plasma convaleciente.
Caruana entiende que este proyecto va en el sentido de "Rosario ciudad donante", avanza con un criterio solidario, altruista, que se aleja de la emergencia. "Nos permite pensarnos en forma colectiva", concluyó Caruana.