El Museo Municipal de Bellas Artes Juan B. Castagnino iniciará una ampliación que incrementará su superficie en casi un 53 %. La iniciativa surge de un acuerdo entre la Municipalidad de Rosario y la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco).

Rosario impulsa la obra con un zócalo verde financiado por la Bolsa de Comercio y empresas privadas, sin fondos públicos
El estreno de la remodelación del Museo Castagnino está previsto para el 8 de diciembre de 2026
El Museo Municipal de Bellas Artes Juan B. Castagnino iniciará una ampliación que incrementará su superficie en casi un 53 %. La iniciativa surge de un acuerdo entre la Municipalidad de Rosario y la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco).
"Nos había quedado pendiente un desafío como ciudad", afirmó el intendente Pablo Javkin durante la presentación oficial. El plan contempla una ampliación del 52,9 % de la superficie actual, la incorporación de un sistema de climatización integral y la creación de un espacio específico para la reserva de obras de arte, que hoy carecen de condiciones óptimas de conservación.
El cronograma establece un plazo de ejecución de 12 meses y fija como fecha tentativa de inauguración el 8 de diciembre próximo, un día después del 89° aniversario del museo. Las autoridades buscan mantener el edificio abierto durante la mayor parte de la obra, con eventuales cierres parciales por sectores.
El proyecto, presentado este lunes por el intendente de Rosario, Pablo Javkin, se financiará a partir de una inversión privada de 2.200.000 dólares por parte de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) y más de 20 empresas, en el marco de los proyectos vinculados al tricentenario de la ciudad.
La Secretaría de Planeamiento ejecutará la obra a través de un fideicomiso administrado por la Fundación del Banco Municipal de Rosario. La entidad recibe las donaciones y garantiza transparencia y eficiencia en el uso de los fondos, sin financiamiento público.
“Es una obra que el sector privado le deja a la cultura de Rosario como parte del legado del tricentenario”, destacó el intendente. Además, reiteró que el objetivo es sostener la actividad del museo durante el proceso de remodelación. “La idea es que esté abierto todo el tiempo”, concluyó.
Actualmente, el Castagnino ocupa 2.700 metros cuadrados en la esquina de Boulevard Oroño y Avenida Pellegrini. El nuevo zócalo sumará 1.428 m² alrededor del edificio, respetará el arbolado existente y abarcará el perímetro de la plaza delimitada por las calles Alvear y Montevideo.
El anexo se integrará de forma armónica con la estructura original, sin alterar su altura ni su impronta arquitectónica. El diseño combina hormigón visto, amplias superficies vidriadas y sistemas de protección solar. Además, incorporará patios interiores y una cubierta verde que mejora la eficiencia térmica y reduce el impacto ambiental.
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La ampliación permitirá recuperar salas que hoy funcionan como depósitos y destinarlas nuevamente a exhibiciones. El proyecto incluye iluminación profesional y climatización, lo que habilita la llegada de muestras de gran formato, instalaciones y propuestas curatoriales complejas.
Javkin remarcó que la protección de las obras constituye uno de los ejes centrales de la remodelación. “El Castagnino tiene una colección enorme, muy valiosa en términos económicos y artísticos, que no cuenta con el nivel de protección adecuado”, sostuvo.
El nuevo zócalo contará con cinco áreas diferenciadas. La más amplia será la reserva de obras, que cumplirá con estándares internacionales de seguridad y, además, podrá recibir visitas del público.
El proyecto también incorpora:
Un auditorio con foyer de 328 m²
Una cafetería
Un espacio educativo y de formación
Un sector técnico destinado a descarga, conservación, restauración y montaje de obras


