Los trabajadores municipales de Santa Fe lanzaron ayer un nuevo paro por 48 horas para mañana y el viernes. La Federación de Sindicatos de Trabajadores Municipales (Festram) rechazó por "insuficiente" la última oferta salarial de los intendentes en la paritaria del sector, la misma que la provincia elevó a estatales y docentes.
Se trata de una propuesta que contempla un 18 por ciento de aumento en dos tramos de 9 por ciento cada uno (a pagar en marzo y agosto), más la cláusula gatillo.
La reunión se extendió hasta cerca de las 21, pero las partes finalmente no llegaron a un acuerdo y la Festram decidió realizar por segunda vez un paro de 48 horas (ya habían parado miércoles y jueves de la semana pasada), que se concretará mañana y pasado mañana .
El secretario general del gremio municipal rosarino, Antonio Ratner, consideró que la propuesta "no tiene mucho contenido" y explicó: "Queremos un porcentaje mayor en el primer mes y finalizar la suba antes de agosto".
El referente denunció también que los municipales ofrecieron alternativas para negociar, pero no fueron escuchadas. Y dijo que "no se pudo consensuar un sueldo mínimo garantizado".
El dirigente agregó a La Capital que "la cláusula gatillo es muy difícil de acordar, porque si en el primer semestre la inflación supera lo estipulado, los trabajadores necesitarán compensar esa pérdida salarial".
Para Ratner hubo "falta de claridad en estos ítems durante las consultas, las reuniones y los cuartos intermedios". Y añadió: "Llegamos casi a las 21 (de anoche) sin tener una propuesta clara y concreta, más allá de esos porcentajes y decidimos rechazarla por insuficiente".
La reunión paritaria realizada en la tarde de ayer "no fue satisfactoria. Los ejecutivos realizaron una propuesta que fue considerada insuficiente por la representación sindical y dispuso paro de 48 horas para los días jueves 22 y viernes 23. Cada sindicato evaluará la modalidad del paro", expresaron en un comunicado desde la Asociación Sindical de Obreros y Empleados Municipales (Asoem).
En Rosario la medida de protesta promete hacerse sentir, sin agentes de tránsito ni inspectores en el centro de la ciudad.
Por esa razón, los comerciantes del casco histórico volvieron a tramitar la presencia de policías en el centro de la ciudad para evitar la presencia masiva de manteros y que haya competencia desleal.