Con un apagón de luces en el Monumento a la Bandera Rosario se sumará esta noche a la iniciativa global "La hora del planeta", que propone desconectarse del suministro de electricidad entre las 20.30 y las 21.30, como forma simbólica de luchar contra el cambio climático.
Se trata de una propuesta impulsada a nivel global por la WWF (World Wildlife Foundation) y la Organización Mundial de Conservación que en Argentina es coordinada por la Fundación Vida Silvestre. Fue creada para demostrar en forma simbólica que gobiernos, empresas e individuos pueden trabajar juntos por un planeta vivo.
Este año se invita a todos los ciudadanos a apagar la luz durante una hora "para que entre todos podamos cambiar el cambio climático, el problema ambiental más importante que enfrenta la humanidad", resaltaron desde Vida Silvestre.
El gobierno local decidió participar de la movida mundial y por eso se apagarán las luces del Monumento, uno de los emblemas de la ciudad. Además, desde las 20 se presentará el ensamble de vientos municipal a cargo de Fernando Ciraolo, en una actuación con entrada libre y gratuita que será acompañada sólo por la luz de las velas.
Desde la Municipalidad también invitan a los vecinos de la ciudad a participar de la iniciativa dejando las luces de sus hogares apagadas y desconectando los aparatos eléctricos entre las 20.30 y las 21.30.
Se estima que millones de personas alrededor del mundo apagarán las luces en simultáneo para celebrar "La Hora del Planeta".
Ya llegó
Según la WWF, el cambio climático "ya llegó y podemos verlo". Se trata de un cambio de clima atribuido —directa o indirectamente— a la actividad humana, que altera la composición de la atmósfera mundial y que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante períodos de tiempo comparables.
Desde WWF definen como cambio climático peligroso al aumento de la temperatura media de la superficie global por encima de los 2 grados centígrados, y actualmente el aumento global promedio de temperatura ya se encuentra en los 0,8 grados en relación a los registros del último siglo.
Las principales causas han sido la quema de combustibles fósiles y los cambios en el uso de la tierra, que han liberado dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero en la atmósfera desde el inicio de la revolución industrial, en el siglo XVIII.
Por fortuna, la toma de conciencia para evitar sus efectos nocivos crece sin pausa.