El proyecto era recuperar un viejo cine céntrico y sumar un nuevo espacio cultural para la ciudad. Sin embargo, el Gran Atlas Complejo Cultural permanece todavía con una actividad mínima y a la espera del visto bueno de la Municipalidad para subir sus persianas. “Llevamos más de cuatro meses detrás de la habilitación definitiva del lugar. Parece un trámite de nunca acabar”, se quejó Maximiliano Mionnet, director ejecutivo del emprendimiento.
Para denunciar públicamente esa situación, músicos, artistas y trabajadores de la cultura se reunieron el sábado a la noche en la flamante sala de Mitre 643, que ya cuenta con una nutrida agenda de talleres y algunas fechas de shows para despedir el año. La idea fue recorrer las instalaciones del lugar y relatar cada uno de los “avatares” sufridos en la gestión de la habilitación.
“Cumplimos con todo lo que nos pidieron en materia de seguridad e higiene. Presentamos todos los papeles necesarios, pero llevamos más de cuatro meses exigiendo la habilitación definitiva del lugar, y todavía seguimos esperando”, señaló Mionnet.
El director ejecutivo del emprendimiento destacó que los seis socios que se pusieron el Atlas al hombro son todos profesionales de la cultura. “Queremos sumar un nuevo lugar para que los músicos, los artistas y los artesanos de la ciudad puedan expresarse y lo único que recibimos son rechazos”, se quejó. Mientras tanto, indicó, el alquiler del lugar se paga todos los meses. Y sin la posibilidad de realizar shows o eventos se hace cuesta arriba mantener el emprendimiento.
El edificio cuenta con tres plantas, dos salones para espectáculos y exposiciones y otros espacios para la realización de talleres. Entre otras propuestas, esta previsto el desarrollo de clases de acrobacia, danzas contemporáneas y artes marciales, espectáculos, muestras y el funcionamiento de una radio cogestionada con el movimiento Músicos Unidos de Rosario.
Como la primavera. La noticia de que el antiguo cine Atlas se transformaría en un centro cultural comenzó a rodar a principios de septiembre pasado. Por esos días, el Gran Atlas se presentaba como un espacio abierto para espectáculos, muestras y talleres, sumando el funcionamiento de un restaurante y una sala de proyección.
Los trabajos para recuperar el espacio físico llevaron varios meses. Fue necesario nivelar el piso de la sala cinematográfica, inclinado para facilitar la visión, y construir nuevos baños y camarines.
A mediados de mes, la tarea estaba cumplida y el centro cultural listo para inaugurarse. Hubo algunas presentaciones privadas para involucrar en la propuesta a artistas y a la prensa.
“Nos esforzamos mucho para recuperar un espacio cultural para la ciudad. Y lo único que reclamamos es que nos dejen trabajar”, expuso Mionnet.
De acuerdo al trabajo de Sidney Paralieu, “Los cines de Rosario. Ayer y hoy”, el Atlas abrió sus puertas el 15 de marzo de 1991. La sala, pequeña y moderna, era propiedad era la firma DAF, que gestionaba también los cines Broadway, Comedia y, en 1997, iba a inaugurar los cines del Shopping del Siglo. La primera película que proyectó la pantalla de Mitre 643 fue “Mi pobre Angelito”. La última, “Los profesionales”. El 11 de febrero de 1999 el cine cerró sus puertas “por la escasa afluencia de público”.