La Municipalidad avanza el plan de remodelación de la costa central, en la zona de avenida Belgrano entre Rioja y Pellegrini, que apuesta a tener lista para marzo del año próximo. La intendenta Mónica Fein aseguró ayer que junto con las autoridades del Ente Administrador Puerto Rosario (Enapro) y diplomáticas de Bolivia buscan alternativas para trasladar una zona franca que no opera desde hace dos décadas. En octubre llegaría un equipo técnico del gobierno de Evo Morales para analizar las variantes que le propondrá el Ejecutivo local.
La Secretaría de Obras Públicas abrió ayer los sobres con las ofertas económicas para la reconversión de esa franja de la costa central. Se presentaron tres propuestas de Prat SRL (34 millones de pesos), Dinale SA (37,5 millones) y una UTE conformada por Dixcon y Del Sol (29,8 millones). El Ejecutivo había estimado un presupuesto de 31 millones de pesos.
El proyecto plantea la transformación del sector sur del Parque Nacional a la Bandera para el uso público, de esparcimiento y recreación. Con este proyecto urbano, la ciudad incorporará la apertura de un nuevo espacio verde, desde hace años vallado por una reja en toda su extensión.
El plan es sumar una franja de unos 20 metros de ancho promedio con un paseo que incluye senderos y bicisendas recreativas, parquización, iluminación y áreas de descanso, además de mobiliario urbano para recuperar ese espacio, en donde desde dos décadas sólo crece el pasto frente a tres galpones desvencijados y algunos tractores abandonados.
Visita. En marzo pasado, en ocasión de la visita del presidente Mauricio Macri a Rosario, la intendenta, Mónica Fein le planteó al primer mandatario las intenciones del municipio de obtener ese espacio. Algunos funcionarios e integrantes de Cambiemos se esperanzaron en que la canciller Susana Malcorra, nacida en Rosario, moviera las correas diplomáticas para modificar el estancamiento que registra esa zona. El tema figuró en la charla que sostuvieron ambas en su paso por el Palacio de los Leones semanas atrás.
En este sentido, Fein explicó ayer que ya se realizó la petición formal al gobierno de Bolivia, que prevé desembarque con equipo técnico para evaluar las opciones que pretende ofertarle el municipio como alternativas. El encuentro se concretaría en octubre.
Por todo esto es que el Ejecutivo local definió avanzar, en paralelo, con el proyecto de comenzar a recuperar el sector hasta que se defina a nivel diplomático la liberalización de la zona franca de Bolivia frente al Paraná, para convertir allí esa área en un paseo público hasta el borde del río, con una transformación de los muelles en sintonía con lo que se realizó años atrás en el parque de España.
Hasta ahora, las obras en la zona fueron para mejorar la infraestructura vial y se realizaron en el segundo semestre de 2013 con motivo de la largada del Dakar a Rosario en enero de 2014. Pero la traza peatonal siguió prácticamente sin cambios, a la espera de una solución más integral que incluya a los muelles.
La iniciativa actual del gobierno municipal dejó así atrás otras propuestas que realizaron anteriores gestiones socialistas para ese espacio, como la construcción de hoteles y centros comerciales, e incluso que formara parte del Puerto de la Música. Se prevé un plazo de seis meses de obra. "Apostamos para que en marzo de 2017 esté abierto a la ciudadanía", aseguró ayer la secretaria de Obras Públicas, Susana Nader.
"Es un plan que permite recuperar gran parte de la costa que hoy no es de acceso público y que no está jerarquizada. A partir de estas obras, los rosarinos podrán tener más parque, disfrutar del río y se avanzará sobre un proyecto de integración hacia el sur", señaló Fein en la presentación del proyecto.
Las obras de reconversión del parque y la recuperación de nuevas zonas para el acceso público se suman a los trabajos de puesta en valor del Monumento Nacional a la Bandera, que comenzarán en poco tiempo. El 26 de septiembre vendrán autoridades nacionales para abrir los sobres económicos de las propuestas para realizarán en el Monumento.
El proyecto en la zona comprendida entre Pellegrini y Rioja contempla trabajos de demolición y retiros varios, entre ellos la remoción y recolocación de rejas, y la ejecución de pavimento de hormigón.
En tanto, se ejecutarán bicisendas y se construirán veredas y rampas de accesibilidad. También se colocarán cestos, bancos, pretiles y nueva señalización. A su vez, se pondrán en marcha obras de desagües pluviales, y se parquizará todo el predio. Por último, se incorporará un sistema de iluminación de puesta en valor del entorno.
Un área abandonada
El terreno en que se ancla la zona franca boliviana abarca una área de más de 54 mil metros cuadrados con cerca de mil metros de muelle, que por la falta de mantenimiento demanda una fuerte inversión para su recuperación. El último barco que amarró formalmente allí data de 1988. Lejos quedaron los objetivos iniciales y apenas funcionó como depósito de mercancías, al punto de que algunos tractores oxidados por el paso del tiempo ya están cubiertas por yuyos. Se trata de máquinas compradas por el vecino país y envueltas en casos de corrupción que nadie retiró de la zona portuaria.