Hace exactamente diez años la ex intendenta Mónica Fein era víctima de un violento robo en avenida Pellegrini y Felipe Moré, cuando dos delincuentes le rompieron la ventanilla del auto en el que se desplazaba y le sustrajeron una cartera. Se podría decir que una década después la situación no se ha modificado, según la multiplicidad de narraciones que hacen personas que transitan por el importante acceso a la ciudad. No hay registros ni datos desagregados sobre esa modalidad delictiva porque las víctimas prefieren reponer lo dañado, si es que no sufren secuelas físicas, antes que denunciar. En ese marco, los comercios de cambios de cristales de vehículo triplicaron el trabajo.
En tiempos donde las balaceras, los homicidios y las extorsiones ocupan el mayor espacio de la agenda mediática por el peso propio de los hechos y la problemática que derraman, hay situaciones cotidianas que también afectan a decenas de ciudadanos y se repiten de manera preocupante.
Se trata de microhistorias de robos y arrebatos dañinos para la convivencia, que angustian, pero se terminan naturalizando como una amarga anécdota en una mesa de café, en un reunión de amigos, de familia, o en redes sociales, espacios virtuales que funcionan como bitácora catalizadora o de advertencia para el resto de la comunidad.
“Mi hermana vive en Roldan, hoy vino a una clase y cuando estaba regresando por Pellegrini a la altura de donde están los lavaderos de autos, con el tránsito frenado por la hora, una moto hizo una maniobra extraña, la distrajo y el acompañante se bajó, le rompió un vidrio trasero y le robó la mochila. Ella se comunicó con el gestor del seguro y él le dijo que es la tercera persona en dos días que le contó lo mismo en ese lugar”.
Este mensaje es real y describe un hecho ocurrido esta semana. Con matices, se replica periódicamente. Al producirse esta nota surgió la conexión con el robo a Fein en Pellegrini y Felipe Moré. Pero lo que llamó la atención es el veloz e irremediable paso del tiempo. La ex intendenta sufrió aquel hecho el 4 de septiembre de 2012. Si, una década, y poco ha cambiado.
Se triplicó el cambio de cristales
Los números no mienten. Según información relevada por este diario, los comercios que se dedican al cambio de cristales de vehículos triplicaron el trabajo en los últimos tres meses. “Antes eran dos o tres por día en cada sucursal, ahora son ocho, nueve o hasta diez vidrios laterales que debemos cambiar, la mayoría por hechos de robo”, indicaron desde Parabrisas Burza, que tiene tres locales.
En otro comercio del rubro la demanda también es sostenida, pero bajo parámetros habituales. No obstante, advierten sobre una situación que habla por sí sola: cada vez llegan más vehículos con cristales estallados por balazos. “No se pregunta nada, porque pueden ser de uno u otro bando, pero es algo que se nota en los últimos tiempos”, remarcaron en Parabrisas Centro.
En la Asociación de Productores Asesores de Seguros (Apas) de Rosario entienden que lo expresado en los comercios indefectiblemente impacta en los trámites que hacen los asociados ante las compañías de seguros.
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Pero como cada vez más esos siniestros se resuelven online por la implementación de nuevas tecnologías (hay aplicaciones para resolver trámites de modo más rápido) es difícil que las compañías pueden tener estadísticas o cifras desagregadas sobre la problemática puntual.
La tecnología disimula la problemática
El presidente de Apas Rosario, Mario Salazar, destacó que las aseguradoras más consolidadas (San Cristóbal, La Segunda, Federación Patronal, Sancor, por citar algunas) “han avanzado en la oferta de sus servicios para agilizar los trámites. Con sólo ingresar a una aplicación desde un teléfono se pueden resolver trámites, por eso no tienen ingresado el daño como consecuencia de esa modalidad de robo. Igualmente el elevado número que se desprende en los comercios respalda lo que sucede en la realidad”, apuntó sobre los atracos a los autos en general.
La modalidad de robos o arrebatos a los autos estacionados en los semáforos o semidetenidos en algunas arterias es un fenómeno extendido en toda la ciudad, que no se circunscribe solamente a Pellegrini. No obstante, el Ministerio de Seguridad tiene dispuesto un patrullero fijo en el cruce de esa avenida con Felipe Moré, a modo preventivo.
Diez años después, igual o peor
El 12 de agosto pasado resultaron baleados un policía y un transeúnte luego de una cinematográfica persecución y sangriento enfrentamiento a tiros entre la policía y un grupo de ladrones tras un asalto en un galpón de electrodomésticos de avenida Pellegrini al 4600, casi en el cruce con Gutenberg.
Las condiciones de seguridad no mejoran y muestra de ello es la tapa de la sección Ciudad del diario La Capital del 5 de septiembre de 2012. La nota principal describe el robo a la ex intendenta y una columna de opinión bucea sobre las secuelas del robo a una personalidad pública. Pero en la misma página otros dos publicaciones al pie describen que en agosto de ese año se habían registrado 15 asaltos a negocios de barrio Alberdi, y una foto muestra la protesta de vecinos de barrio Belgrano y Echesortu por “la ola de inseguridad”.
Puntos fijos en horarios pico y con “una policía proactiva”
Desde el Ministerio de Seguridad de Santa Fe reconocieron que, si bien el registro de denuncias por robos bajo la modalidad de asalto a los automóviles parados en semáforos no es elevado en los últimos meses, eso no indica que no ocurran, porque mucha gente no denuncia los hechos por distintas razones. Se disponen puntos fijos en horarios pico en los principales accesos de la ciudad.
Sobre el fenómeno puntual de avenida Pellegrini, el secretario de Seguridad Pública de la provincia, Claudio Brigioni, confirmó que “la consigna policial en calle Felipe More se mantiene". Pero recalcó que el abordaje de las situaciones de inseguridad tiene directa relación con “la actitud del policía en calle. Estamos trabajando en eso, y es algo que tratamos en una reunión con familiares de víctimas de inseguridad".
“Entendemos que el policía debe estar alerta, atento, vigilante y proactivo. Eso es lo que reclama el vecino y nosotros tenemos que atender esa demanda”, destacó Brigioni. Tras repasar algunos partes policiales de junio y julio (entraderas en propiedad privada, a comercios, y en vía pública) en Pellegrini del 4600 al 6000, y personas baleadas en robos a motovehículos en zona sur (Circunvalación y San Martín), recordó que el 21 de julio una mujer de 60 años denuncio que en Pellegrini y Valparaíso le rompieron la ventanilla y le sustrajeron un bolso con 78.000 pesos.
“Ese hecho está constatado. Pero reconocemos que puede haber algo más, o muchos más que no fueron denunciados. Desde que se registró otro hecho similar en el acceso al Puente Rosario-Victoria, dispusimos operativos fijos, de 7 a 9, en 16 puntos de accesos más importantes de la ciudad, con patrulla fijas y caminantes”, describió el funcionario.
Según Brigioni, en esos puntos fijos también se monitorea el trabajo policial a través de las cámaras de videovigilancia. “La orden es que tengan balizas encendidas y personal de pie. Elegimos ese horario porque es cuando la gente circula para ir a trabajar. No podemos cubrir todos, pero uno de los más importantes es en Pellegrini y Circunvalación. Los operativos por cuadrículas además van de 9 a 23, con patrullas, binomios en moto. Y desde las 21 se cubren los 65 precintos (cuadrantes) que se suman a los puntos fijos, caminantes, motorizadas y controles de taxis”.
En ese sentido, el titular de Seguridad Pública indicó que solicitó hace una semana que “las fuerzas federales puedan sumarse a los puntos críticos porque se genera mucho movimiento de gente que va a trabajar y hay algún bache de personal con los relevos de los agentes provinciales. “Es personal que vive en Vera, San Javier. Eso lo tenemos que corregir”, admitió.