Para potenciar las ventas de fin de año, la oposición en el Concejo propuso suspender el descanso dominical en diciembre. La iniciativa presentada por el PRO apunta a dejar sin efecto la restricción que rige desde julio en los supermercados de la ciudad para ofrecer mayores alternativas de compra a los rosarinos, incrementar el flujo comercial, los ingresos de los trabajadores y la recaudación municipal. La Cámara de Supermercados de Rosario (Casar) apoyó la propuesta, aunque puso como condición que sea con carácter excepcional. Y el gremio mercantil ensayó un tibio rechazo.
"Diciembre es un mes de encuentro con amigos, despedidas de año y celebraciones en torno a las fiestas. Darle la posibilidad a la gente que pueda realizar las compras durante los días domingo es una buena manera de incentivar el consumo y aumentar las ventas", afirmó el impulsor del proyecto, el concejal del PRO, Gabriel Chumpitaz.
El edil macrista propuso que la Intendencia evalúe la posibilidad de suspender en diciembre, la ordenanza que prohíbe a los supermercados abrir los domingos con el objetivo aumentar las ventas en un periodo cercano a las fiestas.
"Así como se ha flexibilizado la restricción para estacionar en determinadas cuadras del centro durante algunos días previos a las fiestas, creemos que se puede utilizar un criterio similar para el cierre dominical", fundamentó en diálogo con LaCapital.
Según Chumpitaz, el Ejecutivo debería "evaluar con celeridad esta idea teniendo en cuenta los pocos días que faltan para el comienzo de diciembre y sería sólo para tres domingos (4, 11 y 18) previo a la Navidad y Año Nuevo".
Chumpitaz remarcó que la propuesta en cuestión "no altera el espíritu de la ordenanza que aprobó el Concejo hace unos meses y que rige desde julio. Es una reforma parcial para una época muy especial del año".
El impulsor de la reforma parcial al descanso dominical no dudó en afirmar que, en caso de prosperar, "se van a ver beneficiados varios sectores. Por un lado los rosarinos van a poder realizar las compras esos domingos con alternativas, los comerciantes incrementarán sus ventas, y el municipio la recaudación local".
"Además —continuó— los propios trabajadores van a tener la posibilidad de realizar horas extras que les proporcionen un mayor ingreso en un mes en el que generalmente los gastos suelen incrementarse".
En ese sentido, el edil del PRO comentó que con frecuencia recibe planteos de empleados mercantiles, por fuera de la posición gremial, que reclaman la derogación de la restricción por el impacto negativo que les ha generado desde su entrada en vigencia en julio.
"Nos han acercado recibos de sueldo y en el caso de los trabajadores estándar la caída del salario promedio va de los 3.000 a 4.000 pesos. En el caso de supervisores puede llegar a los 6.000", precisó.
Al respecto, Chumpitaz insistió con la posición del PRO en el Concejo de rechazar el descanso dominical en los términos en que la ciudad adhirió a la ley provincial.
"Es una adhesión inequitativa porque sólo se aplica en el rubro supermercado y a determinada escala, según el metraje de los locales. En los shoppings, salvo los súper, los otros locales están abiertos los domingos y para esos empleados no hay descanso", reflexionó.
Además, "el impacto ha sido negativo para pequeños locales, atendidos por monotributistas que tienen por ejemplo un quiosco en los grandes supermercados, marroquinerías y locales de bijouterie y que dejaron de tener ingresos en uno de los días de mayores ventas".
Para Chumpitaz, en el mediano plazo "hay que discutir seriamente la viabilidad de sostener esta regulación de la jornada laboral que en realidad es competencia del Congreso de la Nación".
A criterio del edil del PRO, "la ciudad tal vez se adaptó en parte a este restricción, pero de manera compulsiva, no por convicción sino porque no le dejaron otra opción".
"La mayoría de los vecinos con los que dialogamos no están de acuerdo con la ordenanza. Esas opiniones habrá que tenerlas en cuenta al momento de evaluar el impacto de la norma y su continuidad o no", sumó.