La comisión de Ecología del Concejo volvió a tratar la problemática del crecimiento de la población de palomas en el área central de la ciudad y las estrategias para combatir la presencia invasiva de esas aves. En ese marco, el concejal de Juntos por el Cambio Agapito Blanco presentó un pedido de informes para que el municipio informe sobre las prácticas que se están llevando adelante en ese sentido.
Al hacer un racconto de lo promovido desde el Palacio Vasallo para mitigar el impacto del crecimiento de la población de palomas, el edil recordó que hace casi dos años “se aprobó la ordenanza impulsada en su momento por Miguel Tessandori (por entonces concejales del mismo sector político y hoy secretario general de la Municipalidad), por la cual se le pedía al Departamento Ejecutivo que iniciara acciones de relevamiento y estado de situación para analizar lo que ya se consideraba en ese momento como una plaga de palomas que afecta a Rosario”.
En declaraciones al programa “El primero de la mañana” de LT8, Blanco recalcó que aquella normativa aprobada por el Concejo "planteaba un control poblacional de las palomas a través de la impregnación de granos de maíz con nicarbazina, que es un antiparasitario que tiene como efecto secundario inhibir la formación de las yemas en los huevos. Eso termina siendo un anticonceptivo que tiene el efecto secundario de control poblacional de la paloma”.
El legislador sostuvo que esa metodología de control “se utiliza en la ciudad de Córdoba, propuesta por la Universidad Nacional de Córdoba, por lo cual se la promovió como un buen método de control de palomas también en Rosario. Sabemos que el municipio cambió la forma de control de las aves que llevaba adelante por entonces. Antes lo hacía a partir de repelentes que se ponían o esparcían en determinadas plazas céntricas para tratar de ahuyentarlas de esos lugares que son de gran concentración”.
Blanco contó que “desde entonces se empezó a utilizar este método de impregnar granos de maíz con nicarbazina, y queremos saber cuál fue el resultado. Sabemos que se implementó en las mismas plazas y que lo iban a tomar como prueba piloto. En lo personal, pero podría ser una percepción que tenga que ver con el azar más que con un método científico, creo que habría menos palomas, y noto menos cantidad de excremento, por lo menos en los lugares por donde transito habitualmente”.
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De todos modos, Blanco expresó que “a raíz de las inquietudes de algunos concejales sobre qué había sucedido con la ordenanza impulsada hace casi dos años, presentamos este pedido de informes al municipio para ver cuál fue el resultado concreto” de ese sistema para evitar la procreación de palomas.
Según el edil de Juntos por el Cambio, de acuerdo a lo que hizo trascender el municipio a través del secretario de Ambiente Luciano Marelli, “se estaba utilizando la nicarbazina y que además de la impregnación de ese producto a los granos de maíz, se estaban utilizando los palomares ecológicos. Se trata de un trabajo más artesanal que cosiste en reemplazar los huevos de las palomas por huevos de plástico. Se está haciendo una prueba piloto en el Palomar del parque Independencia, frente al estadio de Newell’s, como experiencia para reducir la población de palomas. Eso para sumar a las experiencias para reducir la población de estas aves”.