Taxistas y estacioneros de Rosario mantenía un paro de 18 a 22 este jueves, en duelo por el asesinato de Mauro Villamil en Corrientes y Gutiérrez, quien era playero en la estación de servicio de 27 de Febrero y Corrientes. Esa esquina estuvo cortada al tránsito hasta pasadas las 20 por gran cantidad de taxis, que luego iniciaron una caravana hasta la casa funeraria donde velaban a la víctima.
"También era hijo de un titular de taxi abonado a la cámara", recordó Marcelo Díaz, dirigente de la Cámara de Titulares de Taxis (Catiltar), aunque destacó: "No venimos solamente como representantes de la actividad taxista sino también como ciudadanos".
Numerosos taxistas se unieron a los estacioneros en el corte de calle por Corrientes, mientras las estaciones de servicio de toda la ciudad apagaban las luces y dejaban de atender al público, también como una medida de protesta a la inseguridad y la violencia que atraviesa Rosario.
"Estamos desprotegidos. No vemos una salida, no hay una respuesta de parte de los políticos que nos gobiernan", sostuvo Díaz, y sentenció que la intención es "hacer visible esta manifestación entre los compañeros playeros de estaciones de servicio, el Sindicato de Peones de Taxis, la Cámara de Radiotaxi... Estamos todos juntos acá en la memoria de Mauro".
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Miguel Benítez, del Sindicato de Estaciones de Servicio, indicó que buscan "ser solidarios con la familia de Mauro porque era una persona de bien, no tenía nada que ver con nada, era un gran trabajador".
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Los taxistas recordaron a Mauro como "un pibe de diez. Lo conozco de hace doce años, era un pibe de diez. Siempre alegre, siempre la mejor".
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Otro trabajador contó que Mauro estaba haciendo las compras para comer con sus amigos después del partido de fútbol del que participaba todos los miércoles. "El padre de Mauro se enteró porque vio todo el revuelo y lo vio a su hijo muerto", sentenció.
Mauro Villamil se había casado en marzo pasado con la madre de sus tres hijos, el más grande de ellos de diez años.
Minutos después de las 20, los taxistas que cortaban el tránsito en Corrientes y 27 de Febrero acompañaron a la familia de la víctima a la sala funeraria donde velaban a Mauro Villamil. Haciendo sonar insistentemente sus bocinas, la extensa caravana de taxis —a la que se sumaron algunos autos particulares— tomó por Corrientes, Catamarca, Francia y Salta hasta llegar a Casa Bassi alrededor de las 21, donde quedó cortado el tránsito.
En la esquina de Corrientes y 27 de Febrero quedó pintada una estrella roja en el pavimento, en recuerdo del hombre asesinado.
Al mismo tiempo, en San Martín y Regimiento 11 había una manifestación de comerciantes en reclamo de seguridad, los mismos que desde las 18 adhirieron al duelo apagando las luces de los negocios y bajando las persianas.