El Arzobispado de Rosario recibió a representantes de las organizaciones sociales con mayor presencia en los barrios populares para comenzar a trazar una hoja de ruta sobre posibles medidas y acciones para combatir la creciente necesidad de alimentos en las barriadas de la ciudad. El eje principal del encuentro fue la construcción de una “Mesa contra el Hambre”, donde también se colaron los reclamos por la urbanización y el acceso a la comida y a la salud en las barriadas.
La reunión tuvo lugar en la sede del Arzobispado (Córdoba al 1677, casi esquina con España) donde monseñor Eduardo Martín y referentes de las principales organizaciones sociales de Rosario, agrupadas en la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (Utep).
"Planteamos la necesidad de crear una instancia de encuentro donde estén todos los niveles del Estado y todos los sectores que pueden aportar", contó Eduardo Delmonte, líder de la Corriente Clasista y Combativa (CCC) a La Capital. El histórico militante aseguró que "todas las organizaciones están muy preocupadas por la política del gobierno nacional".
Del encuentro participaron la CCC, el Movimiento Evita, Barrios de Pie, entre otras organizaciones nucleadas en la Utep Rosario: “Se llegaron a algunas algunas cuestiones puntuales, la Iglesia se ofreció para canalizar y reforzar su pedido respecto a algunas cuestiones puntuales como la falta de agua en determinados barrios o de dispensarios de salud en los barrios populares, que que tienen muy poca o nula atención" enumeró José "Pepe" Berra, referente del Movimiento Evita e hizo foco en el principal tema de conversación del cruce con monseñor Martín que es la faltante de alimentos en los comedores y merenderos.
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El arzobispo de Rosario, Eduardo Martin, se refirió al mensaje enviado por el Papa Francisco.
"Se le planteó al arzobispo la necesidad de que ellos como Iglesia puedan convocar algún algún tipo de encuentro con las autoridades para zanjar la cuestión que es el tema del hambre. Nos preocupa mucho la situación que se está viviendo en los territorios producto de las políticas implementadas por el Gobierno Nacional y creemos que la Iglesia tiene que tiene un papel preponderante"
El líder de la curia rosarina apuntó a La Capital un dato que fue publicado días atrás, que es la creciente demanda de asistencia alimentaria en las parroquias y en los centros diocesanos donde se brinda diferentes ayudas a los vecinos que no pueden completar las cuatro comidas.
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"Hemos escuchado la inquietud realmente grande por la situación que se está viviendo especialmente los barrios, sobre todo la situación del hambre, la falta de comida de nuestros hermanos más pobres y la situación en merenderos y en comedores", declaró el prelado a este diario, a la vez que se mostró preocupado por al falta de avances en la urbanización de los barrios: "Queremos comprometernos en el reclamo a las autoridades para que puedan poner todas las medidas necesarias para paliar esta situación. Un plato de comida no se le puede negar a nadie. Realmente estos meses van a ser muy difíciles"
Viviana Wylle Bielle, encargada de la pastoral social del arzobispado, quien también participó de la reunión, explicó a La Capital que la Iglesia Católica viene observando desde hace meses el deterioro de la situación de vida de los rosarinos en las periferias rosarinas a través de su actividad en las parroquias y las diferentes organizaciones como Cáritas, pastoral carcelaria, los equipos de adicciones, entre otras: "A pesar de que se hace mucho, a veces no alcanza y ese es el dolor que también compartimos. Hay intención de trabajar coordinadamente con todos los grupos, como lo venimos haciendo de una manera o de otra, de estar a disposición siempre".
Estamos corriendo un serio riesgo de una explosión social Estamos corriendo un serio riesgo de una explosión social
El gobierno de Javier Milei anunció desde el ministerio de Capital Humano un convenio con las Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la Argentina (ACIERA) para la entrega de bolsones y bloques alimentarios por $177 millones. Si bien Delmonte aclaró que las iglesias evangélicas tienen llegada a los barrios, el nivel de impacto es insuficiente respecto de los niveles de necesidad que hay en todo el país.
"El convenio, a nivel macro, es insignificante. Va a impactar en cierto modo, pero no en el alcance que tiene el universo de las organizaciones sociales, que en Rosario son muchísimas", lamentó Delmonte y profundizó: "La reunión de hoy se enmarcó en la declaración de la Conferencia Episcopal, en relación a reclamar respuestas por el hambre, de que no podía ser el hambre de una variable de ajuste y se reivindicó el rol de las organizaciones sociales en el abordaje de los problemas populares. El Estado ha demostrado que alcanza, en este caso no quiere, abordar la problemática de lo que está pasando abajo. Estamos corriendo un serio riesgo de una explosión social. Es una situación insostenible para la mayoría de las personas de los barrios poder comer.
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Delmonte recordó que durante la profunda crisis que devino en estallido social en diciembre del 2001, en Rosario fue el entonces arzobispo Eduardo Miras quien intervino entre la policía y los vecinos de Villa Banana para evitar una brutal represión. Para el prelado, los robos y los cacerolazos fueron la manera del pueblo "de decir que ya no quiere saber de qué se trata, sino que quiere que se lo atienda y se lo tenga en cuenta", según dijo a La Capital por aquellos años.
"La Iglesia está cumpliendo un rol fundamental. El episcopado se pronunció en la cuestión del hambre y en la preocupación que tiene la Iglesia tanto como las organizaciones respecto del hambre y también se pronunció en el sentido de que las organizaciones sociales somos fundamentales en el tema de la contención y el encabezamiento de de cualquier tipo de conflicto que existe en los barrios populares”, sostuvo Berra y aclaró que la institución religiosa “trata de tener una mirada más más precisa y más profunda sobre los conflictos sociales que hoy existen en la sociedad y que evidentemente las políticas de este gobierno han agravado. No son nuevos, pero sí se han profundizado con el brutal ajuste que ha hecho este gobierno".