El frío suele ser más cruel y fatal que el calor: cuando la ola polar acecha hay más enfermedades y muertes. La Capital consultó al médico Francisco Consiglio, vicepresidente de la Asociación de Medicina Interna de Rosario sobre los efectos de la ola polar en el cuerpo.
Hay que tener en cuenta que no solo las infecciones respiratorias (encabezadas en este temporada por la gripe A) aumentan en días helados sino que hay otras situaciones que pueden poner en riesgo la salud de personas de todas las edades.
El profesional explicó que cuando nos exponemos al frío, con temperaturas muy bajas (como las de los últimos días en Rosario), "nuestro cuerpo se va a adaptar activando mecanismos como la termogénesis que es un proceso fisiológico para disminuir las pérdidas de calor". Lo que hace, básicamente, "es generar una vasoconstricción en las zonas periféricas, en la piel". También, en especial si la persona no está bien abrigada se producen escalofríos, que "son contracciones musculares con el objetivo de generar calor".
El estrés que provoca el frío
"El problema, como todo estresor, es que produce efectos. En este caso, el frío, cuando la temperatura es extremadamente baja o se prolonga en el tiempo, genera el riesgo de cuadros de hipotermia. Cuanto más tiempo de exposición, obviamente es más alto el riesgo", señaló el médico. La hipotermia es un cuadro grave que puede comprometer la vida del paciente.
En cuanto a las zonas del cuerpo más sensibles al frío, se encuentra la piel en general y sobre todo las zonas menos protegidas "y donde la circulación está más alejada del corazón". ¿Cuáles son? "Las manos y los pies, y la cabeza (que es una de las zonas que más pierde calor)" y luego "la nariz, las orejas, las puntas de las manos de los dedos de manos y pies".
El frío, explicó Consiglio, quien es además instructor de residentes de Clínica Médica del Hospital Centenario y docente de la UNR, "no solo provoca problemas respiratorios".
"La piel se ve afectada: pueden aparecer eczemas, rosácea, los denominados sabañones, son patologías que vemos más en este tiempo". Por eso, señaló, "es muy importante abrigarse muchísimo, usar gorros, guantes, medias de algodón, y humectar la piel que está más predispuesta a las sequedades, con distintas consecuencias".
Otra de las enfermedades que empeoran con el frío es el síndrome de Reynaud, un trastorno que afecta a los vasos sanguíneos: "Es un fenómeno de tres fases donde aparecen distintos colores de las puntas de los dedos y los pies, se ponen blancos, rojos y azulados por el frío ambiental o del agua fría".
"Si esto aparece hay que hablar con el médico para que identifique específicamente de que se trata".
Gripe A y otros problemas
Infecciones respiratorias hay cada día más. Al ritmo de las bajas temperaturas que se dieron en el final del otoño y en este principio del invierno las virosis trepan en el ranking de las consultas. Los adultos mayores y los niños menores de cinco años son los más afectados por la gripe A (en particular la cepa H1N1), que es muy contagiosa. También circulan rinovirus y adenovirus que se manifiestan con síntomas similares: malestar general, dolor de cabeza, congestión, tos, dolor de garganta, problemas estomacales.
"También empezamos a ver infecciones bacterianas propias de la época. Las más comunes: la patología por neumococco", señaló el médico.
"Es muy importante aplicar todo lo que aprendimos en la pandemia de Covid: cuidarnos y cuidar a los demás, eso implica lavarse las manos en forma frecuente, toser o estornudar en el pliego del codo para no expandir las gotitas que son las que contagian, no asistir a lugares cerrados con mucha gente y si es necesario usar barbijo", reflexionó el profesional.
Personas con asma, con Epoc y otras patologías crónicas que afectan a los pulmones tienen que estar especialmente protegidas en el invierno: cumplir con sus tratamientos, vacunarse, consultar ante señales de alarma, es muy importante.
"Las embarazadas, pacientes con inmunosupresión, con patologías previas (obesidad, diabetes, etc) y los mayores de 65 años y los menores de dos años tienen que vacunarse contra la gripe. Además hay que considerar la vacuna del neumococco en adultos: es fundamental consultar esto con el médico de cabecera", remarcó.
Las enfermedades cardiovasculares pueden aumentar también en temporada de bajas temperaturas: "La vasoconstricción incrementa la presión arterial, y esto puede por si mismo ser un problema o descompensar otras patologías crónicas".
Accidentes hogareños
Un tema muy serio de salud puede generarse por accidentes relacionados con la calefacción inadecuada de los ambientes. A este tema se refirió Consiglio: "Mucho cuidado con las quemaduras o electrocuciones por artefactos eléctricos, hay que manejar esto con suma atención".
"Cuando se calienta la casa o el departamento con gas los cuidados son otros: el monóxido de carbono puede ser letal. Es imprescindible usar artefactos adecuados con tiraje al exterior. Si se recurre a garraferas o calefactores sin salida al exterior hay que mantener ventilado el lugar, es clave".