Juani entró con algo de timidez al salón de la biblioteca de la escuela. Recibió una cartilla con un listado de palabras: dado, comida, sonido y cumplió con la consigna de leerlas en voz alta. Después intentó descifrar las de un segundo listado -pefosa, pomide, pesolite- mientras su docente registraba el examen en un grabador. Con variables, la escena se repitió este lunes en todas las escuelas primarias de la provincia, tanto de gestión pública como privada, en el marco de un operativo de evaluación de la capacidad lectora de los alumnos de segundo grado. Los resultados permitirán monitorear el desempeño en lectura alcanzado por los chicos.
La evaluación se enmarca en el Plan Raíz, lanzado por el Ministerio de Educación de la provincia con el objetivo de mejorar los procesos de alfabetización de los niños en los primeros años de educación primaria. El programa comenzó este año con los niños de primer grado, en 2025 se incorporará segundo grado y, en 2026, se sumará tercero. En total, el plan contempla distintos tipos de acciones para los 53.400 alumnos de casi 1.400 escuelas santafesinas y sus docentes.
En una escuela del macrocentro de la ciudad, al término de la jornada escolar del lunes ya habían completado su evaluación unos veinte niños. La mitad del turno mañana y la mitad del turno tarde. Los docentes "aplicadores", es decir los encargados de tomar la evaluación, fueron las bibliotecarias del colegio. Las mismas que una vez a la semana les leen cuentos a los alumnos más pequeños.
"Por las características de la prueba, Educación consideró que no podían ser las mismas docentes del grado las que tomaran la evaluación. Por eso propusimos que sean las bibliotecarias, a quienes los chicos reconocen y con quienes tienen una cercanía", contó la directora de la escuela que, como todos los docentes consultados para esta nota, pidió mantener su nombre y el de su colegio en reserva.
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Lectura en evaluación
La evaluación tuvo tres partes. En la primera los chicos tenían un listado de 80 palabras y tenían un minuto para leer la mayor cantidad posible. Después recibían un segundo listado, esta vez con 60 palabras sin ningún sentido, y con el mismo tiempo de lectura. Finalmente se les proponía leer un texto breve y contestar unas preguntas de comprensión lectora.
La primera lista incluía tanto palabas de una sílaba como de cuatro, graves, agudas y esdrújulas, muchas con grupos de consonantes como br, pr o tr. La segunda, algunos vocablos difíciles de pronunciar, incluso para adultos bien alfabetizados, como natriponio o estalianto. El texto comprendía tres párrafos con una estructura clásica de introducción, desarrollo y desenlace.
En general, sostuvo la docente, "los chicos respondieron con naturalidad a las consignas del examen". Es más, cuando se enfrentaron a las palabras inventadas, muchos preguntaron qué era lo que querían decir. En la escuela, resaltó, todos los chicos llegan alfabetizados al segundo grado de la primaria.
No todos los docentes consultados por La Capital coincidieron con esa visión sobre la prueba. Es más, en algunos colegios advirtieron que para algunos niños podría resultar una experiencia frustrante y cuestionaron la virtud de una herramienta que no contemple las "distintas realidades de los niños" que asisten al segundo grado en todas las escuelas santafesinas.
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Una prueba inédita
La evaluación que entre este lunes y el viernes completarán los alumnos de segundo grado de las escuelas provinciales tiene varias particularidades. Por ejemplo, es la primera vez que Santa Fe tendrá sus propios dispositivos y estrategias de evaluación de aprendizajes.
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La Biblioteca Popular Cachilo es referente en la ciudad en materia de promoción de la lectura destinada al público infantil y juvenil.
Si bien las escuelas de la provincia participan de los exámenes nacionales conocidos como Aprender, esta vez las pruebas fueron diseñadas e impulsadas desde la cartera educativa provincial. Los resultados de la evaluación realizada en todo el país el año pasado mostraron dificultades en el área de comprensión lectora, donde un tercio de los alumnos de sexto grado no alcanzaron niveles satisfactorios.
Por eso, el objetivo de la evaluación realizada en la provincia es monitorear los desempeños en lectoescritura de alumnos de segundo grado de la escuela primaria. La estrategia es de alcance universal, pues alcanza a todo el sistema y además se repetirá todos los años.
El objetivo es conocer la fluidez y entonación en la lectura y la comprensión de textos escritos.
Las pruebas son parte del plan de Alfabetización Santafesino Raíz que este año comenzó a aplicarse entre los alumnos de primer grado de todas las escuelas de la provincia. La iniciativa busca promover el derecho a aprender a leer y escribir en los primeros años de la escuela primaria. La meta es que todos los chicos estén completamente alfabetizados al completar el tercer grado de la primaria.
Para esto, durante este año se llevaron a cabo distintas acciones. Entre ellas, un ciclo de capacitación a docentes y directivos del primer ciclo de la escuela primaria.
Y, además de las capacitaciones docentes, se imprimieron 150 mil libros conformados por novelas y textos de actividades, destinados a docentes y estudiantes, que fueron distribuidos en los establecimientos de todo el territorio provincial.
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La evaluación de lectura alcanzará a todos los alumnos de segundo grado de las escuelas santafesinas.
Foto: archivo La Capital
Las familias avisadas
Ni los exámenes ni los resultados de las pruebas serán nominales, es decir que no se podrá identificar a los niños que completaron los test ni a las escuelas donde asisten.
Aun así, desde los establecimientos educativos notificaciones a los referentes parentales de los niños para que estén al tanto del desarrollo de la evaluación. En algunos casos, mediante notas que se enviaron por los canales que utiliza normalmente la escuela para comunicarse con las familias, en otras además se realizaron reuniones presenciales para abordar este tema.
En ninguna de las escuelas consultadas por La Capital, las familias se opusieron a que los niños realicen la evaluación.