A pesar de las 1.420 intervenciones de obras menores que realizó en agosto el Fondo de Asistencia Educativa (FAE) en las escuelas públicas de Rosario, los problemas estructurales profundos siguen vigentes. Las falencias y el deterioro de los edificios quedaron expuestos el domingo durante las elecciones. Como una especie de fiscalización espontánea, más de un ciudadano viralizó en las redes sociales fotos del estado las instituciones educativas rosarinas.
Filtraciones en los techos y paredes debido a las viejas conexiones de agua, y tendido eléctrico vetusto son problemas habituales que no sólo ponen en riesgo la seguridad de la comunidad educativa, sino que afectan las mejoras que hace con esfuerzo cada institución, como pintura o instalación de acondicionadores de aire.
Y, como si esto fuera poco, en 2023 el FAE tuvo que intervenir en 188 casos de reposición o arreglo de materiales por robo y vandalismo.
Deuda histórica
Manchas de humedad en paredes y techos, cables sueltos y muros descascarados. En algunos casos esas imágenes devolvieron un contraste incongruente ya que, a pesar de esas condiciones preexistentes se observaban modernos acondicionadores de aire adosados a deterioradas paredes, lo que representa un esfuerzo por brindar mejores condiciones, pero sin resolver problemas estructurales de fondo ponen en riesgo a la comunidad educativa.
El FAE viene teniendo un rol activo en la intervenciones en las escuelas y, en ese camino, advierten que, mientras pintan una pared, impermeabilizan un techo, o instalan un acondicionador de aire, “hay caños centenarios que gotean o añejos cables del tendido eléctrico forrados en tela”.
“Desde 2021, todo el 2022 y en lo que va de este año hicimos múltiples intervenciones, con obras menores de revalorización de las escuelas: pintura de fachadas, aulas, espacios comunes, entrega de mobiliario. Además, junto a la Secretaría de Obras Públicas avanzamos con el arreglo de las veredas, un reclamo recurrente. La idea es darle condiciones dignas a los alumnos de todos los barrios de Rosario”, recalcó Rubén Rosa, presidente del FAE.
Sin embargo, explicó que “se nota la falta de inversiones a escala más grande. Dependemos de la Municipalidad y el intendente (Pablo Javkin) siempre nos giró los fondos para encarar las obras, pero el presupuesto no se compara con el del gobierno provincial. Desde la emergencia hacemos obras menores, y la verdad es que estamos trabajando muy bien, pero diría que al 50 por ciento de las escuelas le falta obras estructurales de envergadura”.
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En ese sentido, Rosa recordó que “una escuela del noroeste tiene problemas en el techo por filtraciones y hay que hacer obras de impermeabilización, pero es una inversión millonaria. En la mayoría de las escuelas la electricidad es un problema, sobre todo en los edificios centenarios”, como los de los Normal 1 y 2 o los de los nacionales, y no solamente en el macrocentro, sino en los barrios.
Y puso un ejemplo del esfuerzo malgastado. “A veces una escuela compra con un sacrificio enorme cuatro acondicionadores, pero cuando hay que colocarlos no hay conexión adecuada, no hay tablero, salta todo, es algo que pasa comúnmente porque no se instalan disyuntores o fases adecuadas. También hay problemas con la presión de agua en algunos barrios y hay que instalar cisternas o bombas para que carguen los tanques durante la noche”, enumeró.
Rosa recordó que en la ciudad hay escuelas en edificios que superan los 100 años de antigüedad: "Hemos encontrado cables forrados en tela (se dejaron de usar hace décadas). A eso se suma que cuando hay filtraciones y empieza a llover se pueden electrificar las paredes, lo cual es un riesgo para la integridad de alumnos y maestros”.
A pesar de todas esas situaciones y de encontrarse con escuelas cuyos vidrios rotos están emparchados con nylon, el titular del FAE destacó “el amor que las comunidades educativas tienen por sus escuelas. Todos los directivos tienen mi teléfono y estamos diariamente resolviendo estas cuestiones porque queremos que los chicos estudien en condiciones dignas".
El FAE realizó en agosto 61 intervenciones (188 en todo el año) en 38 escuelas afectadas por robos o vandalismo; 954 intervenciones en trabajos generales de albañilería, plomería, electricidad, bombas de agua y herrería, etc. La entidad asiste a 456 escuelas públicas de Rosario repartidas en 350 edificios, entre jardines de infantes, primarias, secundarias, terciarias y las seis escuelas municipales.
Advertencia
Desde el gremio de los docentes de las escuelas públicas, Amsafé Rosario, también detallaron el panorama de los edificios.
“Hay una cantidad de escuelas que están en obras y otras que esperan, y con situaciones muy diversas”, indicó Juan Pablo Casiello, responsable de la delegación local de Amsafé.
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Y enumeró una serie de establecimientos con inconvenientes. “La escuela Nº 330 de Granadero Baigorria está con obras de reparación que estaban muy demoradas. En el mismo complejo está la primaria del Hogar Escuela con un edificio muy deteriorado y espacios que no se pueden utilizar. Lo mismo pasa con la escuela media Nº 540 Camino de los Granaderos, de La Florida, con un sector que se inundó y baños en pésimas condiciones que se habían hundido y están en obra”.
Además, recordó que en la Zona Cero (al costado de la autopista a Santa Fe); la primaria Nº 1.400; la media Nº 539, y el jardín de infantes Nº 343 “están en obras, empezaron aulas nuevas y las dejaron por la mitad; la misma situación que atraviesa la escuela media Nº 607, en zona norte; y la técnica Nº 471, en el complejo del Ministerio de Educación, con obras en los techos que llevan meses de anuncio y no se resuelven”.
“Hay una cantidad de problemas estructurales en las escuelas de Rosario, son muchos. Pero no sólo en las centenarias, sino también en las nuevas”, recalcó Casiello.
Recordó que “en el Normal Nº1 no se puede usar el salón de actos por desprendimientos de techo. En la Nº 540, que se levantó sobre una parte de otra escuela, se construyeron cuatro aulas nuevas que están inutilizadas por filtraciones. En la paradigmática Nº 471 _insistió_ se ven tres imágenes. Es una obra relativamente nueva, donde funciona el Ministerio, pero es un desastre lo último que se inauguró, la escuela. Está en pésimas condiciones, tiene problemas en los techos, en las aberturas y en el tendido eléctrico”.