En Nuevo Alberdi Oeste quien conoce de sobra la historia de la escuela tantas veces anunciada, pero nunca concretada, es el párroco de la capilla San Joaquín y Santa Ana, Daniel Siñeriz. Para 2019, hacía más de una década que el sacerdote y referente de la zona pedía una solución a la situación de centenares de chicos que, todavía hoy, todos los días llegan desde la zona rural y cruzan a pie la transitada ruta nacional 34 y las vías del ferrocarril para poder acceder a un derecho tan básico como ir a la escuela. El reclamo llevó años, pero en 2019 llegaron los anuncios: se compró el terreno y la obra se incluyó en el presupuesto del 2020; sin embargo, no se ejecutó. Pandemia mediante, los trabajos recién volvieron a licitarse en enero de este año y a poco de iniciarse, los vecinos denunciaron el abandono de las obras.
Este martes, a cinco años de la compra de los terrenos al arzobispado por parte de la provincia y el inicio de las gestiones para la construcción de un edificio que permita alojar a chicos de los niveles inicial y primario, los vecinos, referentes barriales y docentes nucleados en Amsafé Rosario volvieron a reclamar en el mismo barrio y en una asamblea popular la necesidad que tiene Nuevo Alberdi de contar con una escuela propia. Y denunciaron el "abandono" de las obras a menos de cinco meses de haberse iniciado.
"Es inexplicable lo que sucede", dice Siñeriz en diálogo con La Capital y aunque en su tono se lo escucha cansado, aclara: "Yo la voy a seguir hasta al final, pero verdaderamente resulta inexplicable que en los vaivenes de la política estas cuestiones, que son fundamentales y tan publicitadas, no se concreten. En todos estos años, tenemos mucha publicidad, muchos anuncios, mucho ruido y pocas nueces".
Un derrotero inconcluso
Cuando en 2019, durante la gestión socialista, se logró dar el primer paso con la compra de los terrenos al Arzobispado de Rosario y el compromiso del gobierno provincial de construir la escuela, el anhelo en la zona tenía ya varias décadas y el pedido concreto, por lo menos 15 años.
Una zona fundamentalmente rural de la ciudad que había comenzado a desarrollarse en base a quintas, crianza de animales y fábricas de ladrillos como modo de supervivencia, pero que explotó demográficamente en 2005, tras la crisis de 2001, con la llegada de familias de otras provincias y también de otros barrios.
En 2015, los vecinos ya habían elevado varios reclamos y entre los padres de los chicos de la zona se habían juntado firmas para acelerar los trámites. Y en 2019, Siñeriz señalaba que ya eran centenares los chicos que caminaban a diario entre 15 y 20 cuadras para acceder a las escuelas que están del otro lado de la ruta y de las vías, en Nuevo Alberdi Este. Un número que siguió creciendo y que además, "pone a los otros establecimientos al límite de su capacidad de funcionamiento, están casi estalladas", aseguró el sacerdote.
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Tras la compra de los terrenos, Siñeriz recordó que fue durante los primeros días de febrero, con la presencia de las por entonces intendenta Mónica Fein y de la ministra de Educación de la provincia, Claudia Balagué, que se iniciaron las tramitaciones para las obras.
Incluso recordó que "el dinero para construir la escuela ya estaba previsto en el proyecto de presupuesto del año siguiente, pero así y todo, no se ejecutó".
"Vinieron las elecciones y la pandemia, y la obra nunca se hizo", insistió el párroco y nuevamente, de la mano de las elecciones, reapareció el proyecto. "En 2021, el viernes anterior a las elecciones de medio término, el senador (Marcelo) Lewandowsk hizo otra vez el anuncio y mostró el proyecto de la escuela, pero ni en lo que quedó de 2021 ni al año siguiente pasó nada".
Licitación y obra paralizada
La obra fue anunciada nuevamente en octubre de 2022, en el marco del Plan Estratégico de Infraestructura Educativa, que incluía la realización de nuevos edificios escolares por 3.400 millones de pesos en toda la provincia, de los cuales dos estarían en Rosario. Es más, se trata de una obra de casi 850 metros cuadrados que se levantarían en el marco del concepto de las escuelas postpandemia.
La concreción de la licitación de los trabajos con un plazo de 240 días, con la presencia del gobernador Omar Perotti y la entonces ministra de Educación, Adriana Cantero, llegó en enero de este año. Cuatro años, casi una gestión completa, tomó poner en marcha la construcción.
Si bien en el medio la pandemia podría ser un atenuante, la adjudicación de los trabajos e inicio de las obras duraron apenas un suspiro, según relatño al sacerdote, referentes y el gremio docente. En el predio apenas llegaron a cavar "unos pozos".
"La empresa llegó al lugar en febrero para comenzar a trabajar", indicó Siñeriz y reconoció que durante las primeras semanas la firma tuvo problemas con la seguridad, ya que sufrieron el robo y la destrucción de algunos de los elementos que tenían en el obrador.
Sin embargo, el párroco afirmó que al poco tiempo "directamente se retiraron" y lo que informalmente señalaron en la zona fue que esa decisión se había tomado porque "la provincia no había pagado el primer desembolso de dinero que se había comprometido para la obra".