"Durante mucho tiempo sentí que tenía una cuenta pendiente", dice Mauro Arias, quien hace menos de un mes rindió su última materia en la facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de Rosario (UNR). "A mi me cuesta todavía asimilar que tengo el título", suma Agustina Mazza, también flamante arquitecta graduada en la universidad pública. Aunque no se conocieron en clases, las historias de ambos se cruzan: los dos habían dejado de estudiar cuando les faltaban menos de cinco materias para recibirse y este año fueron dos de las 1.300 personas que se inscribieron en el programa Regresar, una propuesta que busca acercar a las facultades a estudiantes que dejaron su recorrido académico cuando restaba menos del 30 por ciento de su carrera. Mauro y Agustina son, también, los primeros graduados de esa iniciativa.
La UNR puso en marcha el programa Regresar en julio pasado. Se trata de una política pública que se propone elevar la tasa de graduación, promover la retención y el avance regular en las trayectorias académicas de las y los estudiantes de la universidad. De su primera edición participaron 1.310 estudiantes, acompañados por 186 tutores.
De acuerdo a los registros de la Secretaría Académica del Rectorado, la mayoría de los participantes del programa tiene más de 30 años y las mujeres son más que los varones. En cuanto a su recorrido académico, la mitad había rendido todas las materias y para recibirse sólo le resta aprobar la tesina o el trabajo integrador final; otro 30 por ciento adeuda entre una y tres materias.
Las facultades más pobladas de la UNR fueron también las que más estudiantes aportaron al programa: en primer lugar se ubicó la facultad de Ciencias Médicas, seguida de Ciencia Política y de Ciencias Económicas.
Los datos surgen de una encuesta que contestaron las 1.310 personas que participaron de la primera edición del programa. El relevamiento también indagó sobre los motivos que llevaron a los inscriptos a discontinuar sus estudios. Y si bien las respuestas fueron tan variadas como las historias de cada una de esas personas, hay perfiles que se repiten entre quienes no pudieron completar su carrera.
Entre esas experiencias similares se apuntan la dificultad para compatibilizar trabajo y estudio o, en el caso de las mujeres, la maternidad o las tareas de cuidado hogareño. "Las causas por las cuales se discontinúan las trayectorias académicas son múltiples, hay razones familiares, de trabajo o de salud", señala la secretaria académica de la UNR, Romina Pérez.
Más allá de los motivos, agrega que en la mayoría de los casos la variable del tiempo es un factor importante. "Cuando más tiempo pasa desde que se alejan de la facultad, más difícil resulta volver. Se modificaron los trámites administrativos, los planes de estudio son otros, los programas de las materias cambiaron", explica.
Caso por caso
Cuando se comenzó a armar el programa para volver a conectar a las y los estudiantes con sus carreras, se confeccionó una base de datos formada por unas 3 mil personas que habían interrumpido sus estudios cuando sólo les faltaba transitar el 30 por ciento de la carrera. De ellos, unos 1.300 participaron del programa que ofrece un acompañamiento personalizado en la realización de los trámites administrativos y colaboración para armar un recorrido académico.
El objetivo del programa "es que todo aquel que tenga pendiente terminar su carrera pueda hacerlo", resume Pérez y destaca que para eso se trabajó codo a codo con autoridades y docentes de las distintas facultades, con quienes se dieron distintas estrategias para promover el retorno de los estudiantes.
En algunos casos a través de orientación académica personalizada, en otros con horarios de cursado flexibles. "Nos propusimos brindar oportunidades educativas a quienes tuvieron que interrumpir sus estudios", destaca Pérez y afirma que el programa aspira a convertirse en "una política permanente" para favorecer la graduación del alumnado.
>>Leer más: La UNR salió a buscar a unos 5 mil estudiantes para que terminen sus carreras
Las historias
La semana pasada el rector de la UNR, Franco Bartolacci, recibió a los dos primeros graduados del plan Regresar, ambos flamantes arquitectos. “Me cuesta todavía asimilar que este camino por fin llegó a su fin y ahora tengo el título”, dijo Agustina Mazza, totorense, mamá de un niño de dos años y empleada de un estudio de arquitectura.
"Nunca decidí dejar de estudiar", dice en diálogo con La Capital, casi susurrando porque su hijo duerme en la habitación. Entonces cuenta que terminó de cursar la carrera hace once años y que le quedaban pendientes siete materias. "Rendí cuatro ese año y otras dos en 2019. Pero me quedaba la última", recuerda.
En el medio, empezó a trabajar, nació su hijo. "Nunca me parecía un buen momento para rendir, no me aminaba", cuenta. Y en eso estaba cuando a través de las redes sociales se enteró de la existencia de un programa de acompañamiento para que estudiantes avanzados puedan finalizar sus estudios.
"Para mi fue una herramienta super importante. El trabajo de mi tutora, Melina, fue fundamental para establecer un vínculo con los docentes, más acostumbrados a trabajar con un colectivo de alumnos que con las situaciones individuales de las personas que hace varios años dejamos de cursar y no estamos en el día a día de la facultad", relata y asegura que esa falta de vínculo era "uno de los mayores impedimentos" al momento de rendir su última materia.
Mauro Arias empezó la carrera de arquitectura en 2005 y hasta el 2012 "podía llevar las materias al día". Sin embargo, sus obligaciones laborales fueron "dinamitando" ese avance.
"A partir de ahí siempre me quedó como una materia pendiente. Durante mucho tiempo me quedaron cinco materias para recibirme, pero nunca abandoné", relata Mauro y asegura que se animó a volver a estudiar este año, pese a que en el medio había cambiado el plan de estudio de la carrera y se le había sumado una nueva materia.
Ahora, mientras piensa dónde colgar su título, siente que saldó una deuda. "Nací en una familia donde siempre se le dio importancia a la educación. Mi papá fue obrero en una fábrica, mi mamá era ama de casa. Y cuando él perdió el trabajo los dos empezaron juntos como repartidores de una distribuidora de alimentos. Pero siempre se esforzaron para que sus tres hijos pudieran estudiar y capacitarse".
El programa Regresar está destinado a estudiantes que dejaron su recorrido académico y adeudan el 30% de la carrera o les falta realizar el trabajo final o tesina para graduarse en la UNR. Quienes tengan interés en retomar sus estudios universitarios y obtener más información sobre el programa pueden escribir al mail [email protected].