Distintos ministerios provinciales tendrán una semana corta, pero muy movida en sus oficinas ya que la provincia recibirá a docentes, trabajadores estatales y profesionales de la salud para discutir las paritarias de cada sector. Las realidades de los distintos rubros son diferentes, aunque todos reclaman un incremento con un único objetivo: no perderle pisada a la inflación.
Los primeros en ser recibidos por el ministro de Trabajo, Juan Manuel Pusineri, serán los docentes, el miércoles, a las 12. El primer encuentro (9 de febrero), que contó con la presencia de docentes públicos nucleados en Amsafé y delegados del Sindicato de Docentes Privados (Sadop), sirvió para tantear posiciones y comenzar una puja por acordar porcentajes.
Tanto los docentes públicos como los privados hicieron hincapié en ir por una recomposición importante de entrada para no perder contra la inflación. “Planteamos un fuerte aumento de arranque con mecanismos de revisión que no dependan de la voluntad del gobierno. El año pasado, de 12 meses, en 9 perdimos contra la inflación y en 2023 no deberá pasar. Y además, la estimación anual del 60 por ciento que hizo el gobierno nacional es muy exigua, así que de lo que se calcule de inflación mensual, habrá que estar un punto o más por encima”, señaló el secretario general de Sadop Rosario, Martín Lucero. Por su parte, el secretario general de Amsafé, Rodrigo Alonso, puntualizó: “Fue una reunión importante. Hemos planteado en la agenda paritaria la necesidad de crear cargos, además de seguir dando las discusiones técnicas que permiten darle un soporte a la discusión salarial. El claro objetivo es que el gobierno de la provincia presente una propuesta que recupere el poder adquisitivo del salario, en línea con las discusiones técnicas que llevamos adelante”.
Los maestros irán a la reunión con la paritaria nacional definida ya que el viernes pasado, en la sede del Ministerio de Educación nacional, el gobierno de Alberto Fernández acordó un aumento para los docentes nacionales del 33,5% hasta julio, con revisión en mayo. Se acordó abonar un 17,5% en marzo, un 8% en mayo y un 8% en julio.
La Casa Gris deberá tener en cuenta la paritaria nacional docente que, como siempre, fija un nomenclador que impactará o influirá en la discusión de la semana próxima. Aún no hay datos, pero el Ejecutivo santafesino buscará proponer aumentos porcentuales con revisión a lo largo del año.
Un día después, el jueves, desde las 11, el gobierno provincial recibirá a los trabajadores estatales nucleados en la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN) y en la Asociación Trabajadores del Estado (ATE). La semana pasada, tras el primer encuentro, el secretario general de ATE, Jorge Hoffmann, señaló: “Queremos llegar a marzo con una política salarial acordada. No queremos correr por detrás de la inflación, el salario no debe perder poder adquisitivo”.
“Queremos anticiparnos a la inflación para darles tranquilidad a los trabajadores, y preservar los salarios. Una alternativa innovadora, entre otras, es realizar un acuerdo hasta mitad de año para luego convocarnos a discutir el segundo semestre. La voluntad de las partes es encontrar una fórmula que nos permita recuperar poder adquisitivo, como lo hicimos a finales del año pasado”, añadió.
En tanto, el viernes, desde las 9, los profesionales de la salud tendrán su reunión para discutir paritarias con la provincia. El representante gremial del Sindicato de Profesionales Universitarios de la Sanidad (Siprus), Diego Insuaín, sostuvo en declaraciones a La Capital que solicitaron 30 puntos a tratar, entre ellos, un salario mínimo, vital y móvil de $282 mil pesos a partir de marzo para el cargo testigo, sin adicionales ni antigüedad. Además, pidieron revisiones periódicas: “Es insostenible firmar acuerdos a largo plazo porque el índice inflacionario trazado estará lejos del 60% como pauta inflacionaria para todo 2023”.
Además, desde Siprus plantearon que se efectivice el aumento a los monotributistas que prestan servicio en el sector y aún no recibieron el aumento de diciembre que percibió el resto de los trabajadores. Y otro “punto importante” es el pase a planta de “2.100 profesionales” que ingresaron el 1º de enero de 2019 y aún “conservan condiciones precarias y sin derechos laborales”. También se mencionaron los escalafones y la situación edilicia de los centros de salud, entre otros ítems.