En lo que va de 2024, la sequía y la pobreza incrementaron las situaciones de riesgo y emergencia en las que interviene Defensa Civil en Rosario. Se registró mayor cantidad de incendios domiciliarios a causa de instalaciones eléctricas defectuosas en asentamientos, y en pastizales provocados por el déficit de lluvias.
Según el portal Datos Abiertos, entre enero y julio, el área municipal intervino en 1.426 fuegos. La cifra representa un crecimiento del 16,1% respecto al mismo periodo año anterior. La mayor cantidad se dieron en el distrito oeste (84), seguidos por el noroeste (66), norte (48), centro (34), sudoeste (31), y sur (24).
En todas las zonas, incendios se ubica segundo como causa de emergencia, por detrás de "cable o columna con riesgo", pero por encima de "árbol con riesgo", "animal con riesgo", "derrumbe o desprendimiento", "derrame de sustancia peligrosa", "fuga de gas", "siniestro vial" y "anegamiento transitorio".
Además, las acciones frente a focos ígneos representan hoy el 13% del total de 10.792 intervenciones que tuvieron en los primeros 7 meses del año, que de por sí fueron un 0,7% más que en el mismo período de 2023.
Pobreza y sequía
En la pospandemia se produjo un incremento sostenido de situaciones de riesgo y emergencia de bajo impacto, que no son tan visibles. Se pasó de menos de 10.000 situaciones anuales en 2019 a 17.000 en 2022. El año pasado hubo 20.000, y este año va en el mismo camino o incluso las puede superar.
Se trata de un fenómeno multicausal, pero desde la Municipalidad explicaron que tiene mucha relación con el aumento de la vulnerabilidad social, que incrementa otro tipo de vulnerabilidades: "El riesgo y la potencial emergencia es una interacción entre la amenaza y la vulnerabilidad: la amenaza se va modificando y tiene que ver con lo climático y la posibilidad de incendio, inundación o lo que puede generar daños", señaló el director de Defensa Civil municipal, Gonzalo Ratner.
En estos últimos años, lo que aumentó notoriamente fue la vulnerabilidad socioeconómica. Esto tiene que ver con cuestiones materiales, como la calidad de la construcción de viviendas en asentamientos y las instalaciones eléctricas informales, pero también por la exposición que generan los lugares donde se ubican geográficamente las casas, en general en zonas bajas, sobre todo en la periferia.
En ese sentido, desde Defensa Civil notan un aumento en casi todos los ítems de riesgo: incendios, situaciones de cables o columnas por caerse, o las lluvias que aumentan los anegamientos en algunos barrios.
En los últimos años, el cambio climático se ha erigido como otro factor: "Las grandes ciudades sufren mucho ante eventos intensos en cortos periodos de tiempo. Hemos tenido ese tipo de tormentas fuertes y Rosario las sufrió. Ahora salimos del Niño, que terminó este año, y entramos en una sequía nuevamente. Si a eso le sumamos el aumento de la vulnerabilidad social, se explica un incremento del riesgo", apuntó el jefe de esa dirección.
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Robo de cables
Históricamente, el top del ranking lo ocupaba arbolado, lo que es lógico porque Rosario tiene más de 400 mil árboles en la vía pública. Cada vez que hay tormentas y vientos, se producen gran cantidad de arboles caídos y ramas que debe atender el área que hoy tiene en su plantilla a unas 130 personas.
Pero el año pasado, cables y columnas tomó la delantera. Las instalaciones informales en los barrios y el cambio en las tecnologías, que está dejando a la telefonía obsoleta, explican una parte. Pero el robo de cables es la principal causa, ya que genera que queden cables colgando, y las columnas empiezan a inclinarse. Por un lado porque los tironean para cortarlos, y por otro porque los postes, más allá de que estén agarrados al piso, se sostienen entre sí con esa tensión de forma "solidaria".
"No siempre damos respuesta operativa en todo. A veces depende de otros organismos como Bomberos, y hacemos el apoyo. Después están las empresas de servicios como EPE (Empresa Provincial de la Energía, Litoral Gas o Telecom. Ahí vamos a inspeccionar y verificamos el reclamo, pero después se lo pasamos a las prestatarias que son las responsables de solucionarlo", confió Ratner.