El municipio convocará a administradores de consorcios y corredores inmobiliarios para reducir los conflictos por ruidos molestos en los edificios de Rosario. Así lo confirmó a LaCapital la directora de la Guardia Urbana Municipal (GUM), Fabiana Bergia. "Es un tema que no puede resolver sólo el Estado, necesitamos involucrar a otros actores para mejorar la convivencia", fundamentó la funcionaria. Bergia resaltó que el tema encabeza "por lejos el ranking de reclamos a la línea gratuita de la GUM, con la mitad de los llamados sobre mil semanales".
La titular de la GUM aclaró que la dependencia a su cargo "no tiene definido un esquema a plantear con estos actores, sino que la idea es dialogar, escuchar propuestas y acordar con estos sectores de qué manera se puede actuar para reducir la conflictividad".
Según datos oficiales, de las mil llamadas semanales que reciben los operadores telefónicos de la GUM, la mitad está vinculada a la problemática de los ruidos molestos.
"Es un tema que está muy presente a lo largo del día, que atraviesa a toda la ciudad y también a todos los sectores sociales", apuntó la funcionaria municipal.
Bergia precisó que se registran muchos llamados "por ruidos molestos durante la noche no sólo de bares y boliches, sino de edificios, departamentos y también al mediodía en especial por el no respeto del descanso en las obras en construcción a la hora de la siesta como marca la norma vigente".
En ese sentido destacó que "en un contexto económico y social complejo tampoco se puede avanzar con clausuras de obras por determinadas contravenciones como ser los ruidos molestos".
Al respecto mencionó que se "busca acordar entre los desarrolladores inmobiliarios y los vecinos de qué manera se pueden compatibilizar las necesidades de una obra y el derecho de los frentistas a descansar".
"Hay obras —continuó— que no pueden parar su trabajo en determinadas jornadas por cuestiones operativas y logísticas. Entonces lo que se está implementando es avisar con anticipación en qué jornadas no se podrá interrumpir las tareas de la construcción para que los vecinos lo sepan y en todo caso puedan planificar qué hacer".
En base a ese antecedente, la directora de la GUM anticipó que convocará a "administradoras de consorcios y a inmobiliarias para analizar la problemática de los ruidos molestos y tratar de acordar estrategias de consenso".
Según Bergia, "en este tipo de conflicto no alcanza para resolverlo con la intervención del Estado, por eso necesitamos que se involucren otros actores y pensar entre todos cómo resolver el tema".
El problema para los operadores de la GUM radica en que las denuncias "a veces son algo difusas de resolver porque los damnificados no saben con precisión de dónde viene el ruido molesto por la complejidad de los ruidos".
Por lo bajo, un operador del GUM confió que ante determinadas llamadas que no saben identificar con exactitud desde dónde provienen los ruidos "no puede estar tocando todos los timbres del portero eléctrico".
Por eso se apelará a "generar conciencia mediante una serie de campañas y acciones para que desde los edificios y las inmobiliarias que tratan con inquilinos y propietarios se refuercen conceptos de respeto y convivencia, horarios y niveles de ruido permitidos".
Menos preguntas al vecino
En paralelo la dirección de la Guardia Urbana Municipal proyecta modificar parte de la capacitación y el protocolo de los agentes que atienden al público en la línea telefónica (0800-444-0909) para mejorar la atención al vecino.
Una fuente de esa oficina contó que en muchos casos se le formulan "muchas preguntas para mejorar la respuesta y los datos que se le proporcionan a los inspectores que van a los lugares de conflicto pero a la vez esas consultas pueden irritar a los vecinos y generar más problemas que soluciones, más si la denuncia se formula a la noche o de madrugada de parte de alguien que no puede dormir".
También se trabaja en un esquema para que ante una llamada que no es atendida a la brevedad se pueda hacer un anticipo a un contestador automático o bien quede grabado el número.