La Escuela Nº 756 de barrio Las Flores es más conocida por lo que padece que por lo que logra su comunidad educativa. Desde que comenzó la pandemia ya la robaron 12 veces, llegaron a encadenar portones y soldar rejas, un sector tiene alarma y rejas, pero nada evitó que la vandalizaran: se quedaron ya sin inodoros, bomba de agua y canillas. Los séptimos grados sólo dieron clases unos días en aulas prestadas por la Escuela Nº 407, que está a una cuadra, cruzando Circunvalación por un puente donde los robos están a la orden del día. Y nada más.
Eso significa que los docentes y alumnos no pudieron aún verse las caras como en la mayoría de los establecimientos de la ciudad y las clases virtuales son imposibles "y lo fueron en toda la pandemia", asegura una docente. Los alumnos no tienen recursos para afrontarlas. Y, sobre llovido mojado: si bien todo el personal docente está vacunado, la directora tiene Covid.
Pero no es la única escuela vulnerable. Anoche vandalizaron la escuela Nº 1226 de barrio Cristalería. Y la Nº 84 de Ludueña, que se quedó sin medidor y cables de luz, también empezó más tarde las clases.
La Pocho, ubicada en Caña de Ambar 1635, tiene 54 años y fue creada por vecinos y docentes que en una primera instancia trabajaron ad honorem para brindar el servicio educativo a los hijos de quinteros, pescadores y obreros que se instalaron en el sudoeste de la ciudad. Está ubicada a siete cuadras del Casino, donde sí se ve patrullaje policial, tanto como a cinco cuadras, en España y Battle y Ordoñez, pero no en la manzana del establecimiento.
En los papeles esta escuela se llama "José María Serrano" como el jurista boliviano y diputado en el Congreso de Tucumán de 1816 que declaró la Independencia nacional. Pero todos en el barrio la conocen como "la Pocho Lepratti", porque en el comedor trabajaba como asistente escolar el militante social Claudio Lepratti. El joven fue asesinado cuando subido al techo de la escuela pedía a la policía santafesina durante la crisis de diciembre de 2001, que no disparen porque había chicos. No hubo caso: el agente Esteban Velásquez abrió fuego con su escopeta y mató a Lepratti.
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¿Será ese cambio de nombres, de Pocho Lepratti por Serrano, que el Estado no encuentra a esta escuela y parece haberse olvidado de sus alumnos, docentes y directivos que aún no dieron clases? ¿O la confundirán con la escuela primaria nocturna Nº 65 Lisandro de la Torre que también alberga el mismo establecimiento?
"No sólo no pudimos dar clases normalmente aún sino que algunos padres ya están sacando a sus hijos de la escuela, los llevan a otras de la zona: la Paul Harris, la 128, la 1279 o la 1172, lo triste no es sólo que se vacía la escuela porque baja la matrícula sino que a algunas de esas escuelas supuestamente alternativas, también las robaron ya y más de una vez", lamenta la docente de 7º grado de turno tarde con 22 años de trabajo en el establecimiento, Silvina Ubaldo.
La directora de la escuela, Patricia Aguirre, fue vacunada como todo el personal (unos 70 maestros) pero está de licencia por tener Covid. De todos modos el personal docente se mantiene conectado entre sí y con los padres.
Si hoy no llueve
Si hoy no llueve, las maestras pensaban homenajear en el patio a los séptimos grados y evaluar si el lunes próximo "intentan" dar clase. Nada parece seguro.
"Les hicimos llegar actividades para los chicos, acá la virtualidad no fue posible en toda la pandemia. Queremos venir a la escuela, que los chicos estén acá es imprescindible, lo estamos evaluando cada día, pero falta agua en varios sectores, el edificio tiene muchas falencias y no podemos garantizar seguridad. Acá estamos cerca del Casino, a siete cuadras: allí sí se ve patrullaje policial pero por la escuela, no", agregó Ubaldo, quien contó que la semana pasada colocaron las canillas robadas una mañana y las robaron por la noche.
Hasta ahí todas las "malas" de la escuela que también suma varios logros. No sólo mantiene un comedor escolar sino que los terceros grados tienen extensión horaria y de cuarto a séptimo grados, la escuela tiene jornada ampliada (una hora y media promedio más de clases, con actividades por proyectos semestrales).
El último vandalismo
En el robo de escuelas públicas de cada día de este 2021, anoche le tocó ser vandalizada a Nº 1226 "Gesta de Mayo" de barrio Cristalería (Razzori 3518 ). Hubo más destrozos que otra cosas porque aparentemente quien intentó ingresar esta madrugada no llegó a llevarse nada.
"Cada día roban o vandalizan un establecimiento nuevo y la reacción del Ministerio llama la atención por su lentitud", criticó el secretario gremial de la Asociación del Magisterio de Santa Fe (Amsafé), Juan Pablo Casiello.