Hace por lo menos cinco meses que la avenida Sorrento, entre Casiano Casas y Provincias Unidas, está sin luz. Esa arteria es una de las conexiones fundamentales entre la zona norte y la noroeste y también de acceso al aeropuerto. Sin embargo, pocos son los que se animan a transitarla por miedo a la inseguridad. Los vecinos aseguran que “es una boca de lobos” y que los robos -entre ellos los de cables de energía- están “a la orden del día”. A pocos metros también se robaron las cámaras del sistema de fotomultas que había colocado la Municipalidad.
Es que en esa zona son casi dos kilómetros de oscuridad absoluta donde nadie se atreve a cruzar porque “te roban todo”, subrayaron los vecinos consultados por La Capital.
Mariana Segurado trabaja en la asociación Nidos, ubicada en barrio Cullen, muy cerca del puente Sorrento y dijo que hace meses que no hay luz y que “es un peligro”. Relató que “tiran piedras a los autos y motos que pasan por ahí para robarles”.
Por su parte, Erica Navarro, que vive a pocas cuadras de esa zona, contó que “poca gente se anima a pasar por ahí a la noche porque sabés que te pueden robar todo” y dijo que hasta se encontraron con clavos para que revienten las cubiertas de los autos y así poder robarles cuando frenan.
La Municipalidad colocó luminarias led con sistema de telegestión en el sector comprendido por las calles Sorrento entre Rondeau y el arroyo Ludueña, pero hay una zona donde no hay luz y no lo arreglan. “Vemos pasar las cuadrillas de Alumbrado Público, pero no sabemos por qué no las arreglan”, destacó la mujer.
Entre los vecinos se rumorea que es porque ahí hay varios búnkeres de drogas y por eso es tan peligroso.
Ingreso al centro
En junio de 2019 la Municipalidad anunció con pompas que quedó habilitado el tránsito vehicular a través de la flamante doble traza del puente de avenida Sorrento que integra el proyecto de remodelación del estratégico corredor en el tramo comprendido entre las avenidas Circunvalación y Provincias Unidas, una obra clave para descomprimir y agilizar la circulación en sentido este y oeste y viceversa.
“Sorrento es una de las arterias fundamentales para conectar la zona norte con la noroeste de Rosario y también con el aeropuerto. La obra entre Circunvalación y Provincias Unidas, sumada a la remodelación integral de avenida Jorge Newbery, tiene por objetivo lograr una mejor conectividad y fluidez del tránsito en la ciudad y en los accesos a las localidades de Funes y Roldán”, explicaron desde la Municipalidad en ese momento.
En ese año todavía no se había producido el gran fenómeno de migración de miles de rosarinos hacia la zona de Funes y Roldán, por lo cual este ingreso se sumaba a una alternativa más para ir hasta el aeropuerto o para conectar la zona norte con la noroeste.
Sin embargo, a tres años de la pandemia, donde miles de personas buscaron un lugar para vivir más lejos del centro y creció notablemente la población en las zonas aledañas a Rosario, este ingreso se convirtió en un acceso clave que puede descomprimir las demás arterias, hoy atestadas.
Pero el problema es que hay muchos que dejaron de ingresar por Sorrento ante el peligro que supone. Por eso, la falta de luz en esa zona preocupa no solo a los vecinos que lo sufren diariamente sino también a quienes viven en la zona noroeste y en otras localidades.
De hecho, la comisión de la vecinal de Hostal Oeste ya presentó varios reclamos vinculados a la iluminación, desde el puente Sorrento y hasta Provincias Unidas. “Sabemos que se han robado reiteradamente los cables y hasta las cámaras que han colocado”, confirmó el presidente de la entidad, Tristán Alvarez.
Muy cerca de allí también se encuentra el predio Mundo Aparte donde hay animales y su titular, María Esther Linaro aseguró que aconseja a quienes se acercan evitar Sorrento. “Les hacemos dar toda la vuelta por Travesía porque no sabes qué te puede pasar. Te roban todo”, concluyó.
Pasacalles de advertencia
A pocos metros de Sorrento y Pacheco, los vecinos, hartos de la inseguridad, colocaron un pasacalle para advertir a los transeúntes sobre posibles robos. Con grandes letras rojas se puede leer “Circule con ventanilla cerrada, zona de robos”, así de claro y así de simple.
Irónicamente, ayer muy cerca de ese pasacalles, un hombre armado se acercó a un vehículo que estaba frenado en el semáforo. Allí viajaban dos mujeres y el hombre les apuntó y les exigió que le dieran todo: carteras y celulares.
Este es uno de tantos hechos delictivos que se producen en la zona de Sorrento que además, por la noche no tiene iluminación y allí también se robaron hasta las cámaras que colocó la Municipalidad, en Juan Pablo II y Sorrento, para controlar las infracciones de tránsito.