"Nuestros antecedentes de chaqueta blanca almidonada ya no existen más, hoy los médicos corremos de un lugar a otro para llegar a fin de mes", contó el pediatra Antonio Miguel Chacra, que tiene sobre sus hombros 33 años en la profesión.

"Nuestros antecedentes de chaqueta blanca almidonada ya no existen más, hoy los médicos corremos de un lugar a otro para llegar a fin de mes", contó el pediatra Antonio Miguel Chacra, que tiene sobre sus hombros 33 años en la profesión.
Su día arranca de madrugada. A las 7 ya está atendiendo a niños en el Centro de Salud Municipal Casiano Casas. Termina a las 16 y cerca de las 18 está en su consultorio privado para atender a los pacientes que llegaron hasta allí a través de obras sociales.
"No basta con un sólo trabajo", admite, y agrega que a la labor habitual hay que sumarle "el tiempo para capacitarse e intentar estudiar en casa". Y todo esto implica gastos, porque hay que pagar la obra social y la jubilación, además de la capacitación. Chacra calculó que entre jubilación y obra social se le van 500 pesos por mes, y en capacitación cerca de 2 mil al año entre cursos y congresos. Esto sin contar los gastos del consultorio "que es como mantener otra casa".
Elisabet Scheuernein, de 36 años, comenzó a hacer guardias ad honórem y luego la residencia en fisiatría en Mar del Plata.
"Me costó mucho conseguir entrar en el mercado laboral", relató. Probó suerte en Capilla de Monte (Córdoba), donde podía tener una posibilidad, pero luego volvió a Rosario.
Hoy tiene tres consultorios: uno en Rosario, otro en Santa Fe y otro en Paraná (Entre Ríos). Se desplaza cada semana para atender a sus pacientes y llegar a fin de mes.
Por su especialidad cobra 36,50 pesos la consulta, porque existe la ley de discapacidad que la ampara. Pero no es fácil que las obras sociales paguen a los médicos en tiempo y forma.
"El promedio es una demora de entre tres y cinco meses", relató. Sin embargo, a veces se extiende y puede llegar a esperar un año el pago de las consultas.
"Además, si trabajás en un sanatorio, el efector se queda con un 40 por ciento de cada consulta". Un caso más de los miles de médicos que luego de seis años de trabajo, y entre tres y cuatro de especialidad, tienen que correr de un lado al otro para poder vivir con un salario digno.



Por Mariano D'Arrigo
