"El agua caliente que estás consumiendo se generó con energía solar", dicen los carteles que se empezaron a colocar en el campo de deportes del club Universitario. La frase es el punto final de un proyecto que comenzó a mediados de 2021 cuando la institución recibió fondos del Ministerio de Ambiente de la provincia para instalar termotanques solares. Con los equipos no sólo se abastece al bar, sino que también se pudo llevar el servicio a los quinchos, el mismo lugar donde ahora se educa a los socios sobre los beneficios de las energías renovables.
El club de avenida del Huerto al 1000, que el año próximo festejará su centenario, es uno de los 200 clubes de toda la provincia que se sumó al programa Club Ambiental, Solar y Educativo (Case) impulsado por el Ministerio de Ambiente y Cambio Climático santafesino.
El programa busca impulsar la transición energética y, al mismo tiempo, fortalecer las instituciones sociales o deportivas por el medio de uso de energías renovables. Para esto, dispone de aportes económicos no reintegrables para comprar equipos y financiar la instalación de calefones y paneles solares. Además, los clubes tienen la posibilidad de conectarse a la red de distribución eléctrica, convirtiendo a la institución en usuarios generadores de electricidad.
En Universitario, la propuesta enlazó justo con las necesidades del club. "Pudimos hacer un proyecto ajustado al presupuesto que teníamos. No nos alcanzó para las duchas, pero sí para extender el servicio a los quinchos donde no teníamos agua caliente", cuenta Alejandrina Booth, vicepresidenta de la entidad.
Los equipos no sólo permiten alivianar el consumo del gas, sino que evitaron tener que extender la red a otros sectores. Pero además cumplen una función educativa. "Cuando los instalaron varios chicos que estudian ingeniería se acercaron a ver el trabajo y ahora pensamos comunicar la experiencia al resto de los socios", señala la dirigente.
El club Fortín Victoria, del barrio Bella Vista, también se sumó al programa de clubes ambientales. Instaló paneles solares que proveen de casi la totalidad de la energía eléctrica que consume su sistema de iluminación y, en breve, estarán en condiciones de vender el excedente a la Empresa Provincial de la Energía (EPE).
"Queremos ser una institución amigable con el ambiente", afirman Daniela y Angel Sarabanbo, hermanos, socios y activos colaboradores del club de San Nicolás 1973, donde a fines del año pasado se instalaron tres paneles fotovoltaicos que generan unos 1.200 kilovatios de energía eléctrica por hora. "Son kits chicos, pero que nos permiten iniciarnos en este sistema y sobre todo demostrar los beneficios de las energías renovables", afirman.
Triple impacto
La ministra de Ambiente, Erika Gonnet, desataca que la propuesta forma parte de una serie de iniciativas tendientes a avanzar en la democratización de otras fuentes de energía: "Por eso diseñamos un programa que tiene como objetivo, por sobre todas las cosas, fortalecer a las instituciones sociales o deportivas de toda la provincia generando triple impacto, tanto ambiental como social y económico, por medio del uso de energías renovables".
Se trata de una forma de impulsar la transición energética en el territorio santafesino. "Pensamos que los programas no pueden reducirse a hablar de las bondades que tiene el uso de energías renovables, sino que tienen que generar las herramientas para que la gente pueda acceder a ellas", advierte y destaca que desde la implementación de la iniciativa ya son más de 200 los clubes que sacaron su patente verde.
Marcelo Castello es presidente del club Italiano, la histórica institución de Alberdi que los vecinos empezaron a recuperar a fines de 2019. Cuando inició la gestión el club no tenía libros de actas y sus cuentas corrientes estaban embargadas, cuatro años después y una pandemia mediante empiezan a hacer planes para el futuro.
A fin del año pasado, se sumaron al programa de clubes ambientales y se embarcaron en un proyecto para incorporar energías alternativas no sólo para reemplazar los consumos del club, sino también con la idea de volcar el excedente a la red de la EPE.
Obtuvieron un subsidio del Ministerio de Ambiente de la provincia por 405 mil pesos que sirvió para arrancar y a fines del año pasado compraron los paneles, decodificadores y baterías en los que invirtieron casi 3 millones de pesos.
Ahora sólo tienen que reforzar la estructura del salón donde funciona el bufet, dañada por la humedad y el paso del tiempo, parainstalar allí los equipos que abastecerán el sistema de iluminación y la bomba que provee agua a todo el club. Según estiman, con el ahorro de la factura de electricidad, en cinco años podrán recuperar el costo del nuevo equipamiento.
"Es un esfuerzo grande", señala el presidente del club que tiene unos 800 socios activos que pagan unos 1.500 pesos por mes. "Pero estas iniciativas nos permiten seguir creciendo", afirma y cuenta también que están pensando en construir un playón deportivo para sumar la práctica de básquet, vóley y futsal a la oferta de la pileta, la colonia deportiva para niños y adultos mayores, la escuela de rollers y las clases de full contact o yoga.
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Empujar la transición
Para la ministra de Ambiente, que los clubes accedan al uso de energías renovables es una excelente herramienta; o sólo porque las asociaciones deportivas pueden reducir su consumo de gas o electricidad, sino que además "tiene una gran importancia a nivel de educación ambiental ya que derrama en el territorio la posibilidad de acceder a energías limpias y poder explicar, contar y educar sobre por qué es necesario ir migrando de los combustibles fósiles al uso de energías renovables".
La transición energética hacia un sistema con mayor protagonismo de las energías renovables es el camino indicado para enfrentar el calentamiento del planeta, generado en gran parte por el uso de combustibles fósiles en el transporte y la industria.
Aunque Santa Fe tiene muy buena radiación solar y condiciones para desarrollar la energía eólica, en la actualidad se estima que entre el 80 y el 90 por ciento de la energía que se consume en la provincia proviene de combustibles fósiles.