Con sondeos previos que exponen un tablero de rechazo mayoritario en la Cámara alta, la iniciativa fue aprobada y logró media sanción en junio en Diputados y necesita el voto positivo del Senado para poder transformarse en ley.
Según las declamaciones anteriores, los legisladores que se oponen al proyecto que habilita la interrupción del embarazo cuentan con un número superior.
Teniendo en cuenta las expresiones públicas, de los 72 senadores que componen la Cámara alta, 37 anticiparon que votarán en contra de la legalización del aborto, frente a 31 que confiaron que acompañarán la iniciativa. Desde esa perspectiva, todavía quedan dos indecisos, mientras que habrá una abstención y una ausencia.
Los legisladores determinaron que en el debate habrá un plazo de 15 minutos para hablar. Una vez terminado el discurso de los senadores, llegará al momento del cierre de los bloques, que aparentemente será de un máximo de 30 minutos cada uno. Por lo que se intuye que la sesión durará alrededor de 12 horas.
En caso de que los senadores aprueben modificaciones en el texto, deberá regresar a la Cámara baja para que estos cambios sean refrendados. Pero si la mayoría vota en contra del aborto, el proyecto caerá de forma definitiva por este año legislativo y recién podrá volverse a debatir en 2019.
Enorme expectativa
En este marco de enorme expectativa, la histórica plaza ubicada frente al Parlamento nacional estará dividida en dos: de un lado estarán los pañuelos celestes de los opositores al aborto, y por el otro los pañuelos verdes, insignia de las activistas feministas que apoyan el proyecto de ley.
El trascendental debate sobre la interrupción voluntaria del embarazo fue impulsado por el presidente Mauricio Macri, pese a que personalmente está en contra del proyecto.
En tanto, la vicepresidenta Gabriela Michetti se pronunció públicamente en contra del proyecto de interrupción voluntario del embarazo y, como presidenta del Senado, podría inclinar la balanza para el lado del rechazo, en caso de un empate en la votación.
Más de 770 expertos, en su mayoría médicos y abogados, disertaron ante las comisiones de ambas cámaras del Congreso desde hace cuatro meses y generaron un debate sobre el aborto legal que dominó la agenda temática de los argentinos.
Actualmente, en la Argentina sólo se permite el aborto en caso de violación o riesgo de vida para la madre (ver aparte). Sin embargo, cada año se realizan unos 354.627 abortos clandestinos, según estimaciones oficiales divulgadas por el ministro de Salud, Adolfo Rubinstein.
Esa cifra escala de manera impactante a cerca de medio millón de abortos clandestinos anuales, de acuerdo a otros cálculos no oficiales. La interrupción del embarazo es además la principal causa de mortalidad materna.
"El mundo los mira"
"La criminalización del aborto no evita que las mujeres tengan abortos; las obliga a ir a lugares inseguros y clandestinos. Senadores argentinos, el mundo los está mirando: denles a las mujeres el derecho a elegir!", manifestó por Twitter la actriz estadounidense, Susan Sarandon.