Un mini utilitario se detiene un momento en una cuadra del microcentro, que por más que sea enero, siempre está congestionado. Apenas cubre, de ancho, 1,40 metro y su conductor se baja, deja un pedido en un quiosco y sigue viaje. Lo llamativo son los carteles de “vehículo eléctrico” que se exhiben tanto en los laterales como en el sector trasero de la caja de carga, que dan cuenta de una de las dos unidades que, actualmente, posee una empresa rosarina para hacer repartos en una de las zonas más complicada de la ciudad en lo que a tránsito se refiere. La iniciativa comenzó en noviembre, a partir de un convenio con una reconocida empresa de cervezas, y aporta beneficios no solo al medio ambiente sino, además, a la descongestión del tránsito vehicular en el microcentro.
La empresa rosarina de logística AYG es la única que realiza repartos bajo esta modalidad en la ciudad. Con dos unidades, cubren los envíos en el microcentro durante el día bajo el esquema logístico de última milla; es decir, para el último tramo que recorre el envío hasta llegar a destino.
La incursión en el reparto con vehículos eléctricos y sustentables llegó de la mano de una propuesta que la cervecería Quilmes le hizo a la empresa rosarina, que no dudó en aceptar. “Cuando nos llamaron, nos sentimos orgullosos. Nos parece muy importante ser parte del cuidado del medio ambiente y, al mismo tiempo, sumarnos a innovar”, manifestó a La Capital el gerente de AYG, Juan Pablo Mesanza, a lo que agregó: “Creemos que esto es el principio y que, más adelante, se puede agrandar la flota”.
Por el momento, la firma cuenta con dos camiones eléctricos, de 2,90 metros por 1,40 metro, que funcionan para la entrega en el microcentro de la ciudad y que se alimentan de una red eléctrica común. Tienen una autonomía de 100 kilómetros aunque el jefe de operaciones de la firma, Julio Nussbaum, comentó que recorren, por día, entre 15 y 20 kilómetros cada uno, que pueden recuperarse conectando cada camión entre dos y tres horas a la red de suministro eléctrico.
Consultado sobre el motivo para incursionar en el sistema, dijo: “Estamos comprometidos con el medio ambiente y el espacio en el microcentro es cada vez más chico. Además, con este tipo de vehículos tenemos una forma de entrega distinta, mucho más dedicada con los clientes”.
A ello, Mesanza aportó: “Está muy pensado para lo que es el microcentro. Es innovador en muchos aspectos y nos parece buenísimo”.
Producción local
En Rosario hay una empresa que se ocupa de diseñar y producir vehículos eléctricos y que ya vendió flotas a reconocidas empresas de delivery y ejemplares a universidades. Se trata de Green Go, que cuenta actualmente con dos modelos disponibles para comercializar y otros dos ejemplares que se encuentran en etapa de homologación; uno de ellos, un cuatriciclo destinado específicamente al reparto de pedidos.
“El cuatriciclo será un utilitario para delivery, con lo que se puede evitar que tenga que entrar un camión de gran porte a una zona como el microcentro”, explicó el CEO de Green Go, Renato Poloni, en diálogo con La Capital. A ello, añadió que “son ideales porque tienen una autonomía de entre 100 y 120 kilómetros, que para lo que es el reparto de pequeñas cargas durante una jornada, está más que bien”.
El cuatriciclo que están diseñando “tiene una particularidad”, según explicó: “Se puede cambiar el pack de baterías por si la jornada de trabajo se alarga. Es como un cartucho: pasás por el centro de logística, sacás la batería que usaste y reponés con una batería que se quedó cargando”.
Por el momento, la firma local comercializa en flota su triciclo Milla, tanto en su variante para trasladarse como en su formato cargo (con un pequeño baúl detrás): “Producimos a pedido y estamos en unos 50 vehículos al año. Vendimos a PedidosYa, a la Universidad Nacional de Rafaela y a algunos particulares”.
Beneficios
Entre los principales beneficios de este tipo de vehículos, Poloni mencionó: “Descongestionan el centro, favorecen al medio ambiente y termina siendo más económico. En un vehículo no podés mirar sólo lo que gastás de electricidad contra lo que gastás de nafta, porque tenés que sumar cuánto pagás de patente y de service, entre otras cosas”.
“Las empresas, a futuro, se van a terminar inclinando por estos vehículos. A una empresa de repartos le cuesta mucho tener un vehículo de gran porte parado, en doble fila, dando vueltas porque no tiene lugar. Se pueden entregar muchos paquetes en una mañana si se tiene un vehículo que es más cómodo para zonas como el microcentro y macrocentro”, afirmó.