Luego de dos años de virtualidad, el multitudinario Vía Crucis del padre Ignacio Peries se lleva a cabo en el barrio Rucci. Es la ceremonia religiosa más importante del país que este año regresó con todo a la ciudad, tras la espera de los fieles.
Luego de dos años de virtualidad, el multitudinario Vía Crucis del padre Ignacio Peries se lleva a cabo en el barrio Rucci. Es la ceremonia religiosa más importante del país que este año regresó con todo a la ciudad, tras la espera de los fieles.
Miles de personas peregrinan en las inmediaciones de la parroquia Natividad del Señor escuchando las palabras del sacerdote a través de altoparlantes y la radio y esperan que, al final del recorrido por las 14 estaciones del Camino de la Cruz, el religioso dirija su mensaje final en el escenario frente a la gente.
La concentración comenzó temprano y, a las 20, arrancó tal como se había anunciado, con gran expectativa por parte de los fieles que aguardaron con ansias recorrer trayecto.
Costaba poner en palabras lo que anoche se vivía en las calles aledañas al templo. “Muy emocionante”; “una fuerte energía”; “una caricia al alma”. De esta manera, los asistentes intentaron explicar lo que vivían al recorrer las 14 estaciones del Vía Crucis.
Oscar Blázquez fue uno de los ex combatientes de Malvinas que llevó la Virgen de la Natividad del Señor hacia el escenario principal. En diálogo con La Capital, tras dejar la figura, dijo: “A 40 años de la guerra, agradecemos que el padre Ignacio nos invitó. Venimos para agradecer, para pedir que haya paz en el mundo y para recordar a nuestros compañeros. Ya que ellos no pudieron venir, los venimos a representar nosotros”.
Si bien destacó que están presentes en cada Vía Crucis haciendo mate cocido, es la primera vez que tienen “una participación tan estrecha con el padre”. “Nosotros somos parte del pueblo, somos uno más. Esta vez, para nosotros, fue un premio y nos sentimos muy gratificados. Cuando estuvimos en la guerra, teníamos un Rosario puesto cada uno y rezábamos todos los días para salvarnos. Hoy, estar acá, es impagable”, concluyó.