La lluvia, aunque débil, obligará a los rosarinos este sábado a quedarse en casa o a desempolvar el paraguas.
La larga temporada de sequía hizo perder la costumbre. Y es lógico que sea así, hace tanto que Rosario y la región no atraviesa un periodo de lluvias que los paraguas, los pilotos y los charcos traicioneros que los automovilistas traviesos, o mejor, impiadosos conviertes en en olas que rompen sobre los transeúntes desprevenidos habían caído en el olvido. Se terminó, llegó el temporal y con él sus pros y sus contras.
Primero, lo importante: las precipitaciones son un alivio para el humedal del Delta del Paraná, ya que el agua humedece los pastizales y hace más difícil que el fuego avance y, claro está, apaga o atenúa los focos de incendio e impide que se enciendan nuevos. Una buena nueva para los habitantes de las islas y también de las localidades ubicadas sobre la costa del río Paraná que han sufrido en carne propia el humo de las quemas.
Pese a esto, esta mañana el olor a quemado se sintió y fuerte. El viento que sopló del cuadrante sur a 15 km/h lo trajo desde la zona isleña ubicada frente a la ciudad bonaerense de Ramallo, donde las llamas han sido más intensas en los últimos días. Con el correr de las horas la situación puede acentuarse debido a que la previsión del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) es que vire hacia el sector este.
El pronóstico para este sábado 15 de octubre, Día Mundial del Lavado de Manos, indica que será una jornada fresca, con el cielo cubierto y lluvias débiles. La temperatura mínima será de 8 grados, a primera hora de la mañana, y la máxima, de 15 grados, pasado el mediodía. Si bien la tormenta será leve, y sin riesgo de que soplen vientos fuertes ni que haya actividad eléctrica, la precipitación será molesta y complicará las actividades al aire libre.
Lo bueno es que el mal tiempo es pasajeros, mañana, domingo, el clima cambiará, por la mañana habrá neblina, lo que obligará a tener máxima atención a los conductores que recorren las rutas de la región, y por la tarde saldrá el sol, tímidamente, porque el cielo estará algo nublado. Será una jornada templada, esperándose que la temperatura llegue a los 25 grados, por lo que se podrá disfrutar a pleno de parques y plazas, también del río.
El lunes, con el comienzo de las actividades laborales y escolares, el tiempo mejorará, aunque la nubosidad será creciente. Habrá sol, y los madrugadores deberán abrigarse, pero la amenaza de precipitaciones se habrá disipado, pero no totalmente, ya que, la previsión oficial, indica que el jueves por la mañana habrá chaparrones aislados, así que habrá que esperar para archivar los equipos de lluvia.
Por Pablo Mihal