Una diseñadora y una abogada comenzaron un emprendimiento de diseño de indumentaria y asesoramiento de imagen. Más allá del negocio, quisieron expandir sus conocimientos y hacer una actividad para ayudar. Esta semana comenzaron a dictar un taller de imagen personal en Villa Banana. Los resultados fueron sorprendentes.
Unas 20 mujeres y dos hombres se presentaron el martes pasado en la sede de la asociación civil Siembra y Cosecha, en Villa Banana, para asistir al primer taller de asesoramiento de imagen personal y moda que comenzaron a dictar Andrea Colombino Marcos y Paula Deliddo.
Liliana Sánchez, titular de la asociación Siembra y Cosecha , que organizó el curso junto con las diseñadoras, contó orgullosa que el taller fue "espectacular". Las participantes "pudieron contar lo que les pasa con su propia imagen, cómo se ven, por qué no se quieren arreglar y hasta confesaron que muchas veces no se atreven a ponerse colores porque piensan que no son para ellas", expresó la líder barrial.
Por su parte, Andrea contó que en el taller les preguntaron muchas cosas "como por ejemplo cómo se combinar los colores, o qué se tenían que poner para una entrevista laboral", relató la diseñadora entusiasmada con la expectativa que generó el taller en las mujeres.
"Queremos transmitirles que ellas pueden vestirse como quieran y entender que lo importante es que estén cómodas, que se piensen como mujeres y puedan amarse como son", explicó Andrea.
Liliana se contactó con las emprendedoras en un curso de capacitación para organizaciones sociales que se realizó en la Bolsa de Comercio. Quiso hacerlo en su barrio porque "quiero generar una oportunidad para salir de la pobreza y conseguir trabajo. Muchas veces el aspecto es decisivo a la hora de que tomen a alguien", dijo, y contó que un día un joven del barrio le confesó que no había sido elegido para un trabajo de técnico porque no tenía dientes. "Logramos juntar el dinero y en la facultad de odontología le pudieron hacer la dentadura. Hoy este chico está trabajando. Todo esto significó un cambio de vida para este chico, y todo a partir de un cambio de imagen ", manifestó Liliana. Por eso no dudó en recibir a las emprendedoras que querían ayudar en el barrio.
Junto con esto, en el taller se habla del empoderamiento femenino. "La vida no se termina cuando sos abuela o cuando tenés cinco hijos, al contrario", subrayó Liliana, una mujer que armó un proyecto para mejorar el barrio.
Para continuar con la actividad solicitaron la donación de prendas en buen estado, aquella que está en el ropero y que ya no se usa, pero que puede darle utilidad otra persona.
En las próximas clases abordarán colorimetría para enseñar cómo combinar los distintos tonos. También se hablará de morfología para aprender cómo disimular formas de cuerpo que no gustan tanto.
"Este taller es igual a los workshop que damos cuando nos contratan. Son los mismos contenidos, con el objetivo de que la mujer pueda sentirse mejor y tener una mayor autoestima" concluyó la diseñadora rosarina.