En el marco de un contexto de merma en el consumo e incertidumbre por el futuro, los comerciantes del centro de la ciudad se pusieron de acuerdo para abrir sus puertas este Jueves Santo en el horario habitual (en el rango de 9 a 19.30) para aprovechar el día de ventas. La mayor parte de los comerciantes considera que no se puede perder un día de ventas, ya que se trata de un día feriado, sino "no laborable", por lo que la apertura quedará a criterio de cada comerciante. A la iniciativa adhieren los centros comerciales del centro: calle San Luis, Paseo del Siglo y peatonales Córdoba y San Martín.
Con esta decisión, la agenda comercial del fin de semana largo marca que mañana habrá apertura normal, salvo excepciones que abren medio día. El escenario no será el mismo el día viernes santo, donde habrá un cierre casi total de más del 95 por ciento de los locales por el feriado nacional, ya que coincide el viernes santo con el Día del Veterano de Guerra y Caídos en Malvinas, según arroja el habitual relevamiento para fechas especiales que realiza la Asociación Casco Histórico. En tanto el sábado trabajarán como siempre, tanto de los que abren medio día como de los que lo hacen a jornada completa. El domingo permanecerán cerrados.
"La coincidencia en la apertura comercial de este jueves es la ratificación de lo obvio: abrir para seguir capeando la pandemia", dijo el titular de Casco Histórico, Fabio Acosta. Para el referente, "no queda margen para desaprovechar los días no laborables, optativos para el empleador. Están prácticamente obligados a abrir y aprovechar un día más de ventas, ya que el panorama sanitario que se vislumbra para los próximos meses no es alentador sino más bien de incertidumbre y temor por aumento de las restricciones a la circulación de personas, o sea menos ventas, lo que complicaría aún más a los sobrevivientes del 2020".
"Consideramos que la situación económica que nos está dejando la pandemia, la caída en las ventas y la alta tasa de desempleo, nos obliga a estar más juntos que nunca y tomar decisiones conjuntas", coincidió Miguel Rucco, presidente de la asociación paseo comercial calle San Luis. El comerciante sostuvo que los locales "no son lugares de contagio, ya que ingresar a comprar algo y salir no te expone al virus", y aclaró que están cumpliendo al pie de la letra todos los protocolos que exige la Municipalidad y la Provincia, porque no quieren contagios entre sus empleados y mucho menos hacia los clientes. "Estamos a la expectativa de alguna decisión, y entendemos que no va a haber un retroceso de fase en lo que respecta al comercio. Ninguno podría aguantar una limitación como las que tuvimos el año pasado", advirtió.
Según la lectura de Rucco, "la situación económica afecta muchísimo a los comercios porque lo que más influye sobre la decisión de compra de nuestros artículos, que no son de primera necesidad, es la pérdida de poder adquisitivo frente a la inflación. El grueso de sus ingresos va a lo que no se puede postergar, alimentos, bebidas e impuestos, y postergan lo que vendemos nosotros que no son comestibles.
Respecto de la venta por el comienzo de clases, los comerciantes detallaron que fueron menores a las del año pasado. "Fue intermitente y la gente va comprando lo indispensable para el colegio, sabiendo que la presencialidad es parcial y que en muchos casos no están dadas las condiciones por la infraestructura. Lo que sucedió fundamentalmente con mochilas, cartucheras e indumentaria (si el niño no creció mucho) es que se volvió a usar lo que se había comprado para el año pasado. Lo que se pudo reciclar, se recicló", dijo Rucco.
En tanto, Acosta reveló que la salida de productos fue "tímida, con consumos esenciales", aunque están vigentes promociones con bancos y demás descuentos, porque "la crisis también golpeó al sector según nuestras consultas a comercios del rubro". Y en ese sentido adelantó que esperan "un año duro, porque la caída en actividad sufrida en 2020 fue profunda y solo los rubros esenciales pudieron sortearla con relativa tranquilidad, lo que resta para este 2021 es todo incertidumbre, es el día a día. Esperamos que las condiciones sanitarias no afecten nuevamente la actividad comercial", señaló.
Mejora la seguridad
Por fuera de los aspectos económicos, los comerciantes destacaron el impacto del desembarco de los policías caminantes en el marco de un operativo de saturación en el centro. "Desde el anuncio del ministro de Seguridad de que iban a desembarcar en el área central más efectivos de la fuerza policial vemos un significativo aumento de su presencia, lo que trae tranquilidad", dijo Acosta, quien subrayó que los agentes también están ingresando a los espacios públicos y pasillos de las galerías comerciales, lo que había sido solicitado oportunamente en reunión con los funcionarios de la cartera. "Se nota también una reducción de los hechos denunciados de arrebatos y actividad de pungas, y en ese sentido confiamos en que este esquema de prevención se prolongue en el tiempo y hacia la noche, sobre todo en la zona de paradas de transporte público", cerró.