El Sistema Integrado de Emergencia Sanitaria (Sies) y los demás servicios de urgencias estuvieron a full atendiendo personas en vía pública o en sus domicilios, especialmente ciudadanos de entre 60 y 80 años, una población vulnerable al calor excesivo.
La mayoría de los consultantes no requirió internación, pero se multiplicó en la ciudad la cantidad de gente que se llevó un susto grande ante el malestar físico producido por las altas temperaturas, y debido al riesgo de un golpe de calor, una situación que puede ser realmente crítica.
Emilse Ferrari, emergentóloga, integrante del equipo médico de Ecco, quien también trabaja en el Sies, comentó a La Capital: “Tuvimos una mañana intensa (por el viernes) con muchos llamados por caídas en la vía pública. Personas con mareos y dificultad respiratoria que requirieron atención aunque no hizo falta trasladar a nadie a una internación”.
La especialista señaló que en los últimos días, en los que se vienen registrando récords de altas temperaturas, con térmicas de 40º y más, “aumentaron mucho las consultas por cuadros de hipotensión (baja presión) cefalea intensa, mareos. Y algunos adultos mayores deshidratados, especialmente los que tienen distintas enfermedades previas”.
Los servicios de emergencia también atendieron a niños pequeños pero el grueso de las consultas se concentró en los más añosos. “Los chicos en general toman más agua y están al cuidado de un adulto, pero sí, también nos llamaron por situaciones vinculadas al calor en bebés y niños”, mencionó Ferrari.
Desde Urgencias, su director, Ariel Torres Morales, coincidió en que en las últimas jornadas se incrementaron los llamados de personas mayores que requieren asistencia médica porque se sienten mal, “muchas de estas personas están medicadas con fármacos para la presión arterial (habituales para dolencias de la tercera edad) que contrarrestan los mecanismos naturales del organismo para defenderse de la deshidratación”.
“Las personas más grandes y sus familiares deben estar alertas; si tienen que ir a la granja, a buscar algo, que lo hagan en las primeras horas de la mañana o a la tardecita”, aconsejó.
Aunque las consultas subieron, el profesional señaló que en general notan una mayor conciencia en cuanto a las medidas preventivas o cómo actuar ante los primeros síntomas: “La gente está más atenta por las situaciones que ya se dieron en otras temporadas con temperaturas muy elevadas”.
Recomendaciones indispensables
Desde Pami 1, su director, Guillermo García, señaló que a raíz de la ola de calor que soporta Rosario, en el policlínico “se incrementaron las consultas por deshidratación e hipotensión relacionada a la deshidratación”.
El golpe de calor, explicó el médico, “es la forma extrema de las enfermedades asociadas a altas temperaturas”.
“Generalmente _puntualizó_ la gente tiende a decir golpe de calor a cualquier situación de sofocación, pero en términos médicos correctos esa situación es la más grave y suele requerir internación en terapia intensiva; puede ser incluso mortal porque se asocia a un cuadro que se llama disfunción orgánica múltiple”.
"No hemos tenido casos graves por el momento”, aclaró. “No hay pacientes graves internados exclusivamente por una enfermedad asociada al calor, pero sí ocurre que más allá del motivo de fondo de la consulta, un cuadro febril o problemas respiratorios (por el rebrote de Covid) sumados al calor potencian el efecto de la deshidratación”.
Los mayores, dijo, “al igual que los niños pequeños, están más expuestos a los cambios en la regulación del agua en el organismo”. Por eso, Pami “viene trabajando en dar recomendaciones preventivas para paliar la ola térmica”.
Esas acciones indispensables que difundió Pami (de acuerdo a lo publicado también por el Ministerio de Salud de la Nación) son:
* Aumentar el consumo de líquidos, incluso aunque no se sienta sed. Se aconseja así beber dos vasos de agua llenos al despertar y otro antes de acostarse, sumando al menos 8 vasos de agua a lo largo del día.
* Los síntomas como piel escamosa y fresca, debilidad, confusión, sequedad de la boca y ojos hundidos pueden ser indicadores de deshidratación. En cuanto a la frecuencia de orina y el color de la misma, se debería acudir al baño tantas veces como en invierno y la orina debería tener un color amarillo muy clarito o casi transparente. Si su tono fuera intenso o desprendiera fuerte olor, podría ser también un signo de deshidratación.
* Se recomienda evitar el consumo de bebidas alcohólicas o muy azucaradas, y si se toman bebidas para deportistas, hacerlo con moderación y siempre que no exista contraindicación médica. Se aconseja además evitar comidas muy abundantes, y se recomienda ingerir verduras y frutas.
* Reducir la actividad física y permanecer en espacios ventilados o acondicionados con una temperatura interior entre los 18 y los 24 grados. No exponerse al sol en horas centrales del día y usar ropa ligera, holgada y de colores claros.
* Si se camina bajo el sol, cubrirse la cabeza con una gorra o sombrero, o utilizar un paraguas de verano. Se recomienda además no salir a la calle sin compañía, tomar baños de agua tibia y, si se siente algún malestar asociado al calor, comunicar y consultar inmediatamente con un profesional de la salud.
* A fin de prevenir las caídas, incorporarse de la cama despacio y esperar unos minutos antes de ponerse de pie para evitar la disminución brusca de la presión. Evitar salir en caso de sentirse mareado o muy afectado por el calor.
* De sentirse más cansado de lo habitual y con falta de energía, puede realizarse una consulta médica o solicitar ayuda para realizar las tareas habituales. Se recuerda además que los golpes de calor o la temperatura elevada pueden disminuir la presión arterial provocando desmayos o caídas.
* Ante la aparición de sed intensa y sequedad en la boca, temperatura alta, sudoración excesiva, agotamiento, mareos o desmayo, dolores de estómago, náuseas o vómitos, entre otros, se deberá solicitar de inmediato asistencia médica, trasladar a la persona afectada a la sombra, a un lugar fresco y tranquilo e intentar refrescarla, mojarle la ropa y darle de beber agua fresca hasta que llegue la atención profesional.