Hasta el 31 de julio pasado, unos 6.200 santafesinos se adhirieron al Régimen de Regularización de Activos —conocido como blanqueo de capitales — por un total de 567 millones de dólares.
Desde la Administración Provincial de Impuestos se compensará a los contribuyentes cumplidores con los fondos obtenidos por el blanqueo
Foto: Archivo / La Capital.
El equipo económico provincial en la presentación del blanqueo.
Hasta el 31 de julio pasado, unos 6.200 santafesinos se adhirieron al Régimen de Regularización de Activos —conocido como blanqueo de capitales — por un total de 567 millones de dólares.
A través de la ley tributaria Nº 14.386, la provincia estableció los lineamientos del programa, que tuvo dos prórrogas y contó con la solicitud de adhesión de 5.330 personas físicas y 892 jurídicas. Del total de solicitudes, se habilitó el blanqueo de U$S 567 millones. Las solicitudes por un monto superior a los U$S 100.000 fueron 188.
Del total de capitales “blanqueados”, el 83 % fueron con dinero, el 10 % con bienes registrables y el 7 % inversiones y créditos.
Desde la Administración Provincial de Impuestos (API) destacaron que el total de lo recaudado será destinado en beneficios para los contribuyentes cumplidores: “En Santa Fe no da lo mismo cumplir que no cumplir, los verdaderos héroes son son aquellos que han cumplido siempre sus obligaciones tributarias”, dijo el ministro de Economía, Pablo Olivares, en el anuncio de la medida.
En este sentido, la Casa Gris señaló que la medida de destinar los fondos generados a través del Régimen de Regularización de Activos para beneficio de los contribuyentes cumplidores se enmarca en políticas de alivio tributario. Al 31 de julio se devolvieron $ 964 millones de saldos a favor de ingresos brutos a las cuentas bancarias de los contribuyentes.
Además, para los sectores productivos se crearon los créditos fiscales: comercio, turismo, transporte de carga, taxis y remises, pueden utilizar un porcentaje (a veces el 100%) del pago que realizan de patente o impuesto inmobiliario, para reducir ingresos brutos.
Por Claudio Berón