Un grupo de propietarios de empresas desagotadoras suspendieron ayer los servicios y cortaron el acceso a los vertederos del Bajo Ayolas y de Granadero Baigorria. Con esa protesta rechazaron el aumento de más del 300 por ciento en el cupo de descarga que Aguas Santafesinas cobra por el uso de las bocas y denunciaron que la firma incumplió con las obras comprometidas para el tratamiento de los líquidos cloacales. Tanto en la zona sur como en el norte de la ciudad, los cortes obligaron al tránsito a desvíos y largas esperas hasta entrada la tarde.
"Nos pretenden cobrar por un servicio que no prestan", se quejó Sergio Pino, titular de la desagotadora Los Pinos y portavoz de los manifestantes. Y explicó que si bien hace diez años la concesionaria del servicio de agua "se había comprometido a realizar un planta de tratamiento para el vertido de camiones atmosféricos, las obras nunca se realizaron".
Como consecuencia, "todo lo que desechan los vehículos de las desagotadoras, proveniente de cámaras sépticas y pozos ciegos, termina en el río sin ningún tipo de tratamiento", sostuvo.
En la ciudad existen dos vertederos donde descargan los camiones que prestan servicios en varias localidades del sur provincial, entre ellas, Villa Gobernador Gálvez, Alvear, Pueblo Esther, Funes y Rosario. Ambos centros de recepción pertenecen a la firma Aguas Santafesinas (Assa).
El más antiguo, de la zona sur, se refaccionó en 2008 y recibe, en promedio, a unos 120 vehículos por día. Hace dos años se sumaron también las instalaciones de la nueva planta de Assa, en Granadero Baigorria. Cuando se estrenaron los trabajos, se apuntó que permitirían ordenar las descargas de líquidos cloacales.
Sin embargo, según denuncian los dueños de las empresas, "no se incluyeron las instalaciones necesarias para el tratamiento de los desechos" que permiten mitigar el impacto que generan en las aguas del Paraná. "Varias veces denunciamos el tema ante las autoridades de Medio Ambiente, pero las obras siguen sin hacerse", apuntaron.
"Desmedido". La protesta comenzó a la mañana en la esquina de San Lorenzo y Brown, donde tiene sus oficinas Assa y se mudó después a los accesos a los centros de descarga. Hoy, los camiones atmosféricos se estacionarán frente los edificios de la Secretaría de Medio Ambiente de la provincia y del Ente Regulador de Servicios Sanitarios (Enress).
La chispa que encendió la mecha fue la decisión de Assa de cobrar, en forma anticipada, un cupo mensual de descargas. Según el tamaño y cantidad de camiones, los tickets pueden llegar a "entre 14 y 16 mil pesos por camión; cuando antes el costo era de entre 3.500 y 4 mil pesos", señaló Pino.
"Es un aumento impagable, desmedido y que no tiene ningún justificativo", sostuvo y advirtió que los mayores costos no pueden trasladarse a sus clientes. "Estamos cobrando 400 pesos un desagote y tendríamos que aumentarlo a más de 700, un precio que los vecinos no pueden pagar".
Pino destacó que en la ciudad hay unas 57 empresas desagotadoras que emplean, en conjunto, a 156 familias.