En un contexto de recrudecimiento de incendios en las islas, el proyecto de un grupo de alumnos de una escuela técnica de Roldán para construir un satélite que alerte sobre posibles incendios en el humedal fue seleccionado en el marco de un programa impulsado por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae). La construcción del dispositivo, del tamaño de una lata de gaseosa, comenzará en estos días y está previsto que se ponga en órbita en octubre.
El proyecto se llama “Misión Humedales” y el equipo que lo presentó, bautizado “Roldán I”, se compone por los alumnos Santiago Bruditti, Leopoldo Zecca, Guido Reist, Santiago Giacolla y Agustín Monteodorisio; y por los docentes Marcelo Aimetta y Celina Cudiciotti. Todos, de la Escuela Técnica Nº 643 de Roldán. La Conae eligió 28 proyectos (tres son de la provincia) entre 500 presentaciones de distintas escuelas del país.
“Misión Humedales”, según se consigna en su presentación, es una propuesta para detectar focos de incendios forestales a través del satélite a construir, en el ámbito del humedal. Estas detecciones se lograrán a través de la medición de parámetros relacionados a los incendios, como el monóxido de carbono, gases propios de la combustión de vegetales y partículas en suspensión.
Esos parámetros se miden, según explicó el docente Marcelo Aimetta, “a través de sensores que van incorporados al cuerpo del satélite. Son específicos para detectar esos gases y partículas, convertirlos en señal y mandarla por radiofrecuencia para que la tome una estación terrena y la transforme en lo que vos quieras: puede ser una serie de datos o un gráfico, depende la programación que uno le haga”. Además, contará con un dispositivo para tomar y guardar imágenes durante el descenso.
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“La idea del proyecto la propuso uno de los chicos y nos convenció rápido. Era un momento en el que estaba el fuego en las islas y se veía de todos lados. El humo llega a Roldán y las cenizas llegaron a mi casa, en Pueblo Esther”, contó Aimetta a La Capital, quien además es el coordinador del proyecto.
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Los alumnos integrantes tienen entre 15 y 17 años y cursan en 3º, 4º y 5º años de la escuela. La noticia de la selección del proyecto trajo alegría y sorpresa, ya que tanto los alumnos como los docentes se especializan en electromecánica. Sin embargo, Aimetta afirmó que es un aprendizaje para todos: “Pensamos otras cosas, podemos armar una fábrica, pero no algo tan chiquitito. Estamos arrancando de cero, con algo satelital que tiene que emitir señales a mucha distancia”.
Una lata al espacio
El dispositivo que tienen que confeccionar y probar es un Cansat, un satélite que tiene el tamaño de una lata de gaseosa y se utiliza para misiones predeterminadas y recepción de datos, principalmente para programas educativos. En este caso, el proyecto de Roldán I tiene previsto registrar y alertar posibles incendios en el humedal.
El diseño surgió después de semanas de pruebas, en las que no hubo fines de semana ni feriados para el equipo: “Fue un trabajo de todos los días, hasta cualquier hora. Los chicos se tomaron el trabajo muy en serio”.
“Desde la Conae nos envían parte de los componentes electrónicos. Tenemos entendido que, si las pruebas van bien, se lanza en octubre”, comentó el docente, y sumó que deben proyectar desde el momento en que el dispositivo comience con las mediciones hasta la resistencia a las vibraciones del cohete, consideraciones a pulir en la etapa de pruebas.
Es importante la etapa de pruebas que se viene porque, según afirmó Aimetta, “si el satélite no funciona antes de ponerlo en el cohete (que lo pondrá en órbita), no se lanza”. Y profundizó: “Es parecido al proceso que se hace con satélites grandes. Lo fabricamos, tenemos que hacer pruebas con los instrumentos, ver la fiabilidad de las transmisiones, que la información sea legible en alguna interfaz y que desarrolle lo que tiene previsto”.
Los datos que emita el dispositivo van a ser recibidos por el equipo de alumnos y docentes, a partir de la utilización de un módulo receptor. “La mitad va a en el satélite y la mitad, en una computadora que estará en la estación terrena, acá. Se enlazan por radiofrecuencia y se reciben los datos en la computadora”, explicó el docente.
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Solo resta esperar los componentes por parte de la Conae y superar la etapa de pruebas para disponer de un nuevo instrumento para colaborar en la mitigación de los incendios que vienen destruyendo el humedal desde hace más de dos años.