El primer satélite geoestacionario argentino, Arsat-1, será lanzado al espacio hoy a las 18 desde la base de Kourou, en Guayana Francesa, en el inicio de un camino que se completará con el Arsat-2 para abarcar un extenso territorio desde Estados Unidos hasta Islas Malvinas. El aparato transmitirá a través de 24 canales en banda Ku y el equipo tendrá una vida útil de 15 años. Transportará señales de video a operadores de cable, brindará servicio de TDH (Televisión Directa al Hogar), de transmisión de datos y telefonía corporativos, y acceso a internet por medio de antenas VSAT.
"Estamos con el satélite prácticamente en el espacio, tienen que pasar un montón de cosas pero sabemos que está bien hecho y nos sentimos contentos con el resultado", compartió el presidente de la empresa estatal Arsat, Matías Bianchi. Señaló que un equipo de una veintena de personas trabaja hace un mes y medio en controles técnicos del aparato en la estación espacial y "está todo bien, en línea para el lanzamiento que arrancará por la mañana con chequeos de prueba hasta el momento en el que hay una ventana entre las 18 y las 19" para poner al Arsat-1 en el espacio.
Entonces, el lanzador soltará el satélite a 250 kilómetros de la Tierra, desde donde deberá remontar hasta los 36 mil kilómetros en la posición orbital definitiva comandado desde la sala de operaciones satelitales dirigida por Juan Aurelio, en la estación terrena en la localidad bonaerense de Benavídez.
"Pasa de una órbita elíptica como la de una pelota de rugby a la redonda de una pelota de fútbol", sin variar el punto en el que se estaciona encima de la Tierra, durante un mes de maniobras con un motor que gasta el 80 por ciento del combustible del aparato.
"Hay una transformación que se está dando a una velocidad muy rápida entre el sueño y la realidad", dijo Bianchi respecto al sentimiento general de la "gente que estuvo trabajando mucho en satélites hasta que un día le dijeron «ahora tenés que fabricar uno en Invap»", la empresa estatal rionegrina, en Bariloche, dijo el joven ingeniero industrial egresado de la Universidad de Buenos Aires.
Bianchi se refirió a "desarrollar la plataforma de satélites y movernos rápido sobre el piso sólido que hemos establecido para acortar los ciclos", de cara al futuro con el Arsat-2, ya en ensayos y con lanzamiento previsto en 2016, y el Arsat-3, previsto para 2018, así como también para trabajar con terceros.
Bianchi informó que "Argentina gasta anualmente unos 25 millones de dólares en alquiler de capacidad satelital, que está concentrada en tres empresas, una estadounidense, una europea y una mixta", dijo.
El proyecto Arsat-1 demandó 270 millones de dólares y permitió que Argentina no perdiera la posición orbital 81, codiciada porque enfoca desde Estados Unidos hasta las Malvinas, y con el Reino Unido en espera en la Unión Internacional de Telecomunicaciones.
El riesgo de pérdida de la posición orbital se remonta a cuando la empresa Nahuel tenía el servicio satelital privatizado y debía construir el segundo Nahuel-SAT, pero discontinuó la actividad; en 2006, el gobierno de Néstor Kirchner decidió crear Arsat.
En 2007 el primer Nahuel-SAT salió de servicio por acabar su vida útil y Argentina debió alquilar el AMC 6, desde donde irán migrando los servicios hacia el flamante satélite geoestacionario nacional.
El Arsat-1, diseñado, integrado y sometido a ensayos por Invap, marca un avance tecnológico de primer orden: si todo sale como está previsto, con este lanzamiento el país se incorpora a la élite de naciones poseedoras del know how indispensable para hacer frente a los desafíos que implica brindar servicios de telefonía y datos, televisión e internet . Los otros siete países capaces de hacerlo son Estados Unidos, Rusia, Japón, Israel, India y la Unión Europea.
El satélite fue construido a lo largo de los últimos siete años, pero su gemelo, el Arsat-2, bajó el tiempo a la mitad. Tanto uno como otro ocuparán las posiciones espaciales 72 y 81 para satélites geoestacionarios de telecomunicaciones.
El lanzamiento del satélite argentino será transmitido por la Televisión Pública, a partir de las 17.30, mediante un programa especial en directo con móviles desde la Guayana Francesa y la estación terrena de Benavídez.