La argentina Carolina Pavón, que vive en Alejandría (Egipto) y denunció que es víctima de violencia de género, aseguró que no puede salir de ese país por una orden de restricción que le impuso su marido egipcio, con quien tiene dos hijas, por lo que ayer le pidió al presidente Mauricio Macri que interceda, si bien ya intervino el consulado argentino en El Cairo.
"Le pido al presidente que tramite mi permiso para salir de Egipto. No cometí un delito, simplemente me fui de mi casa porque hay agresiones físicas y psicológicas por parte de mi marido y no aguanto más y todo se está alargando mucho. Yo pretendía volver a Argentina con el divorcio en la mano para obtener el derecho de visita a mis dos hijas", señaló la mujer oriunda de la localidad misionera de Montecarlo.
En tanto, el cónsul argentino en El Cairo, Facundo Meli, hizo una presentación para que Carolina, de 40 años, pueda salir de ese país y espera una respuesta para las próximas horas, aunque calificó el tema como "muy delicado".
"Conocemos el problema desde su origen, la hemos acompañado desde hace meses. El hecho de haber contraído matrimonio con un egipcio la vincula con ciertas leyes del país, tenemos algunas limitaciones porque debemos respetar el sistema legal", dijo el diplomático en declaraciones al portal Misiones On Line.
"Ella es considerada ciudadana egipcia, por lo que la embajada tiene ciertas limitaciones", pero igualmente se hizo una presentación "para que pueda abandonar el país, inicialmente sola", explicó Meli.
Por su parte el senador nacional por Misiones, Juan Manuel Irrazábal, dijo a Télam que esta trabajando en el caso para poder lograr que la mujer pueda salir de Egipto.
"Es un tema muy delicado porque Carolina, al no renunciar a su ciudadanía argentina, tiene derechos. Es por eso que estamos articulando con la embajada de Argentina en el Cairo y con la de Egipto en nuestro país".
"Por otra parte, también estamos en contacto con la Cancillería argentina para tratar el tema y charlando constantemente con Carolina en Egipto", comentó Irrazábal.
Carolina Pavón se casó en 2003 con el egipcio Mahmoud Mohamed Mahmoud Ahmed Tarfa, de 42 años, con quien vivió un año en Alejandria. Luego estuvieron un tiempo en Misiones, donde nació su primera hija y regresaron a Egipto en 2005, adonde ella viajó junto a su abuela
Según explicó la mujer en su perfil de Facebook, su suegro "pagó a un médico que falsificó la partida de nacimiento" de su hija, por lo que en Egipto, la niña "cuenta con un certificado de nacimiento falso, con un nombre diferente, con fecha diferente y lugar de nacimiento también distinto (sin olvidarse que el nombre de la madre también es diferente)", escribió Carolina.
La mujer compartió que trabajó desde su casa. "Yo siempre me mantuve, el no se hizo cargo de los gastos de mi abuela, ni míos".
Aseguró también que "pronto comenzaron los maltratos psicológicos" y también "las diferencias culturales que a veces resultan complicadas de salvar. Si yo protestaba, simplemente me decía que me vaya. Me sentía paralizada. ¿Adonde iría con mi abuela y sin poder sacar a mi bebé del país? Se llega un punto en que todo se normatiza, el maltrato se convierte en normal. Ya no se cuestiona", compartió la mujer.
Pavón tuvo otra hija, que ahora tiene 7 años.
En 2013 volvieron a la Argentina, donde él esposo trabajó en una empresa exportadora de la localidad misionera de Iguazú y ella se dedicó a la venta de frutos secos y snacks.
En septiembre de 2014 el hombre regresó a Egipto "con la orden de que nosotras deberíamos ir en diciembre, cuando las nenas terminaran el ciclo escolar". Ante la negativa de la mujer, el hombre "se encerraba con las nenas en una habitación y les lavaba el cerebro, yo tenía que salir a trabajar y estaba con el corazón en la boca por miedo de regresar y no encontrarlas", dijo.
En julio de 2015 regresó a Egipto, pero a las dos semanas de convivencia "comenzaron nuevamente las agresiones físicas, tuve hematomas por todo el cuerpo. Intenté suicidarme, porque no pude irme de la casa, no podía abandonar a las nenas".
Ella decidió irse de la casa "porque no era ejemplo para mis hijas. No quiero que ellas vean estas situaciones como normales y repitan cuando crezcan. Les pedí que vinieran conmigo, pero ellas no quisieron ni quieren regresar a Argentina, donde creen que es el país del pecado. Tampoco podría sacarlas, ellas tienen la nacionalidad egipcia y acá es lo que vale", apuntó en su carta Carolina.