El enfado tiene un tiempo de gestación matemático. De hecho, un estudio realizado por la operadora inglesa de telefonía Talk Talk revela cuándo la gente considera que esperó más de la cuenta.
El enfado tiene un tiempo de gestación matemático. De hecho, un estudio realizado por la operadora inglesa de telefonía Talk Talk revela cuándo la gente considera que esperó más de la cuenta.
Al parecer, los usuarios no toleran que las páginas web tarden más de 3 minutos y 38 segundos en cargarse, ni que les tengan al teléfono más de 5 minutos y 4 segundos. Pero exactos.
Tampoco soportan que tarden más de 8 minutos y 38 segundos en servirles en un restaurante, ni que un amigo les tenga esperando más de 10 minutos y 1 segundo, y mucho menos que la respuesta a un SMS les llegue después de los 13 minutos y 16 segundos.
Para Talk Talk, que ha realizado una encuesta entre más de 2.000 usuarios para poder hacer tan numéricas afirmaciones, éstos son los tiempos que determinan lo que la operadora llama "el punto de impaciencia", o lo que es lo mismo, el punto en el que uno pierde inevitablemente los estribos.
Por supuesto, siguiendo con la lógica matemática del tema, la media de todas las cifras es la que conduce a la conclusión de la encuesta: la gente tarda 8 minutos y 22 segundos (exactos) en salirse de sus casillas. El porqué de tanta impaciencia tiene fácil explicación. La culpa, dice la investigación, es de Internet. Porque esto antes no pasaba.
Mark Schmid, de Talk Talk, asegura que "la velocidad del mundo online nos hace estar menos dispuestos a esperar para que se hagan ciertas cosas en el mundo offline". "Esto lleva a la gente a llegar al punto de impaciencia más rápido que nunca", añade.
¿Y luego? Según Talk Talk, el 37% de los encuestados que se enfadan cancelan el servicio que les ha llevado a enojarse. Los jóvenes de 18 a 24 años más que los mayores, y con mayor ímpetu o incluso violencia, dice.