La Fuerza Aérea de Estados Unidos vigila atentamente una cápsula espacial rusa que perdió el control cuando llevaba suministros a la estación espacial internacional y todavía no se sabe en qué zona caerá en su reingreso a la Tierra.
La Fuerza Aérea de Estados Unidos vigila atentamente una cápsula espacial rusa que perdió el control cuando llevaba suministros a la estación espacial internacional y todavía no se sabe en qué zona caerá en su reingreso a la Tierra.
La Nasa dijo ayer que la nave de carga Progress M-27M, lanzada esta semana con suministros para la estación espacial internacional, se saldrá de su órbita entre el sábado 9 y el lunes 11 de mayo.
La cápsula y la etapa superior del cohete que la impulsó hasta su órbita circundan la Tierra a unos 201 kilómetros por debajo de la estación orbital.
La Fuerza Aérea dijo que además hay 44 trozos en órbita en las cercanías. Una explosión o choque que hayan podido afectar la cápsula o el cohete desparramaron los escombros por el espacio.
Seis astronautas habitan actualmente la estación espacial. La próxima carga les debe llegar en junio.
Rusia aún no sabe qué falló en la nave de carga no tripulada que transportaba 2.722 kilos de suministros en una misión valuada en 51 millones de dólares y no pudo acoplarse con la estación orbital por problemas técnicos tras su lanzamiento el martes en Kazakhstán, que la dejaron fuera de control poco después de alcanzar su órbita preliminar.
“No logramos acelerar el motor y llevar a cabo la maniobra correctiva, por lo que el carguero espacial se está saliendo gradualmente de su órbita. La velocidad del descenso variará dependiendo del estado de la atmósfera y el viento solar. Por lo tanto, calcular el área y la fecha del impacto de los fragmentos intactos del Progress será posible solo unas pocas horas antes de que suceda”, citó la agencia RIA Novosti a uno de los funcionarios que intentaban estabilizar el vuelo la aeronave.
“Si tuviéramos en nuestras manos algo material, podríamos determinar qué es lo que ocurrió. Por el momento, nadie tiene versiones significativas. Es muy extraño. Démosles tiempo a los expertos”, dijo Dmitri Rogozin, viceprimer ministro ruso. Dijo que “las causas del fallo deben ser establecidas en detalle”.
Además, el funcionario subrayó que el primer fallo en la historia de los Progress influirá en el lanzamiento de naves tripuladas Soyuz y descartó cambios en la agencia espacial rusa, Roscosmos.
Las naves Progress, que se emplean desde hace 35 años, son uno de los grandes orgullos de la industria aeroespacial rusa, con un historial prácticamente inmaculado: hasta ahora habían sufrido un solo accidente, en agosto de 2011, provocado por un fallo del cohete portador.
Según la corporación Energuia, fabricante de los cargueros, precisó que muy probablemente casi todos los elementos de la nave se desintegren el ingresar en las capas densas en la atmósfera. Pero se precisó que también es muy probable que algunos de los componentes más grandes queden enteros y caigan a la Tierra, en un lugar que aún no puso establecerse.