Los restos de un avión de combate estadounidense que se estrelló durante la Segunda Guerra Mundial frente a la costa galesa, hace 77 años, y que ocasionalmente emergen con la baja de la marea, ahora logró un estatus protegido.
Los restos de un avión de combate estadounidense que se estrelló durante la Segunda Guerra Mundial frente a la costa galesa, hace 77 años, y que ocasionalmente emergen con la baja de la marea, ahora logró un estatus protegido.
Funcionarios del gobierno galés dicen que el lugar de descanso del Lockheed P-38 Lightning, apodado Maid of Harlech, es el primer lugar de accidente de un avión militar en el Reino Unido que está protegido por su interés histórico y arqueológico.
El avión de combate está enterrado a unos dos metros debajo del fondo del mar frente a la costa en Harlech, en el norte de Gales. Cuando las condiciones del mar y la arena son correctas, se hace visible en la arena.
El avión se estrelló en septiembre de 1942. Fue volado por el teniente segundo Robert F Elliott, de 24 años, de Rich Square, Carolina del Norte, desde Llanbedr, en una misión de práctica de artillería, pero tuvo dificultades y tuvo que estrellarse.
El piloto se alejó del incidente de manera segura, pero se informó que desapareció en acción unos meses después.
Un submarino en Japón
Por su parte, el submarino estadounidense de la Segunda Guerra Mundial Grayback fue hallado cerca de la costa de la isla japonesa de Okinawa, 75 años después de su desaparición, según informó ayer la cadena de televisión local CNN. El domingo, el buzo Tim Taylor y su equipo de la iniciativa arqueológica Lost 52 Project --cuyo trabajo busca documentar y preservar la historia de los 52 submarinos desaparecidos durante la Segunda Guerra Mundial-- anunció que el pasado 5 de junio lograron localizar el submarino a 434 kilómetros de profundidad cerca de la costa nipona. El año pasado, el investigador Yutaka Iwasaki descubrió que la Marina estadounidense había cometido un error a la hora de traducir los informes de guerra japoneses, que detallaban dónde podría haberse hundido el Grayback en 1944, con 80 marineros a bordo. Todo este tiempo dichos documentos señalaban una longitud errónea del hundimiento. Así, Taylor explicó a la CNN que su equipo puso en marcha una nueva expedición para buscar el submarino, esta vez por la zona del suroeste de Okinawa. Con la ayuda de vehículos submarinos autónomos, vehículos controlados de forma remota y tecnología avanzada, el equipo halló el Grayback a unos 160 kilómetros del área en el que se suponía que había desaparecido. El descubrimiento fue confirmado oficialmente por la Marina.