El ex presidente estadounidense, Donald Trump, comenzó a ser juzgado este lunes por fraude en un tribunal de Nueva York y denunció el proceso, que podría costarle la Torre Trump y otras propiedades, como un intento de frustrar su reelección en los comicios del año próximo.
“Esto tiene que ver con interferencia electoral, simple y llanamente. Están tratando de perjudicarme, para que no me vaya tan bien en la elección como me está yendo“, dijo Trump a periodistas dentro del edificio del tribunal.
“La razón por la que fue procesado es porque me postulé” reiteró el ex presidente que se postula nuevamente. El magnate inmobiliario republicano tiene abiertas cuatro causas penales, además de esta, que pertenece al fuero civil.
Trump, de 77 años, que lidera las encuestas de intención de voto para las elecciones de 2024, es juzgado junto a dos de sus hijos y directivos de su compañía Trump Organization, todos acusados de haber inflado durante años el valor de sus activos inmobiliarios.
El juez de la causa, Arthur Engoron, ya dictaminó la semana pasada que se había demostrado la existencia de “fraude continuado”, y ahora deberá resolver sobre otros seis cargos, incluyendo falsificación de registros contables, emisión de informes financieros falsos y fraude de seguros.
Si sus fallos fueran ratificados por un tribunal de apelación, Trump podría sufrir la confiscación de las empresas objeto de la demanda, que se confiarán a liquidadores, lo que podría obligarlo a ceder propiedades de Nueva York como la Torre Trump, canchas de golf y residencias.
La fiscal general de Nueva York, Letitia James, solicita la revocación de los permisos comerciales en el estado de Nueva York de Trump y sus hijos, Eric y Donald Jr, vicepresidentes ejecutivos de la Trump Organization, y una multa financiera de 250 millones de dólares.
“La ley es a la vez poderosa y frágil. Hoy ante el tribunal sustentaremos con pruebas nuestro caso”, declaró a la prensa la fiscal antes de llegar al tribunal. “No importa cuán poderoso sea alguien, ni cuán rico sea, nadie está por encima de la ley”, agregó James.
Trump dijo poco antes en su red social Truth Social que había decidido ir personalmente al tribunal “para luchar contra una fiscal general corrupta y racista y contra un juez fuera de control que odia a Trump”.
Al empezar la audiencia, el juez Engoron dijo que el juicio durará hasta el 22 de diciembre, el viernes anterior a Navidad. Poco antes, denegó un pedido para permitir cámaras dentro de la sala, a la que solo accedieron algunos periodistas, informó la cadena CNN. La audiencia comenzó con una declaración de una fiscal que trabaja para James.
Trump no puede ser condenado a prisión por esta acusación y no se espera que tenga que declarar hasta dentro de semanas, pero el juicio será un anticipo de una serie de casos legales que podrían perturbar su campaña para ganar la nominación republicana para las presidenciales.
El multimillonario está inculpado penalmente en cuatro casos diferentes, que por el momento no han repercutido en su popularidad entre las bases republicanas.
Está previsto que comparezca ante un tribunal federal de Washington el 4 de marzo para responder de las acusaciones de haber intentado desde la Casa Blanca revertir el resultado de las elecciones presidenciales de 2020, que le ganó Joe Biden.
A continuación, volverá a sentarse en un banquillo en Nueva York por fraude contable, y después en Florida por su negligente manejo de documentos confidenciales tras dejar la presidencia.
El juicio adquirió de repente una importancia considerable la semana pasada cuando el juez Engoron falló que la fiscalía general del Estado de Nueva York ya había demostrado que Trump y los directivos de su grupo habían sobrevalorado su patrimonio entre 812 millones y 2.200 millones de dólares de 2014 y 2021 e incurrido en “fraude continuado”.
Trump, que amasó su fortuna en el sector inmobiliario y los casinos en los años 80 y prometió dirigir Estados Unidos como sus empresas, perdería entonces el control de varios de los edificios emblemáticos de su grupo, como la Trump Tower, en la 5Avenida de Manhattan.
Estas propiedades están en el centro de las acusaciones de la fiscal Letitia James: la superficie del departamento del empresario en la Torre Trump se triplicó falsamente y el edificio del número 40 de Wall Street se sobrevaloró entre 200 y 300 millones de dólares en los estados financieros.
La lujosa residencia Mar-a-Lago de la Organización Trump en Florida y varios campos de golf también aparecen en el dosier.
La fiscal también solicita el reconocimiento de otras infracciones a la legislación financiera y una multa de 250 millones de dólares.
El juicio promete ser bastante técnico, y se espera que declaren decenas de testigos, entre ellos tres de los hijos de Trump, Eric, Donald Jr e Ivanka, que inicialmente fue objeto de la denuncia, pero finalmente no fue inculpada.
También se prevé que declare el exdirector financiero de la Trump Organization, Allen Weisselberg, que cumplió condena en prisión tras declararse culpable de fraude fiscal en otro caso contra el grupo.