A dos meses de la muerte de la periodista Débora Pérez Volpin, la autopsia confirmó que la causa de su fallecimiento fue "una perforación instrumental" en el esófago combinada con una entrada de aire, que se habrían producido durante la endoscopía a la que era sometida en el Sanatorio de la Trinidad, de la ciudad de Buenos Aires, o por las maniobras de reanimación tras su descompensación general. Poco después de que trascendieran los detalles de la autopsia, Enrique Sacco, viudo de la periodista, agradeció "conocer la verdad", aunque fuera triste y denunció a las autoridades del sanatorio en que se realizó la intervención y al primer juez de la causa. Sa-cco aseguró que los detalles de la autopsia fueron "contundentes y gracias a ello los familiares conseguiremos un poco de paz", publicó la web del diario Página 12. "La única respuesta que tuvimos fue la incertidumbre. Sabemos que el médico siempre sospecha y sabe qué pudo haber pasado, pero nos decían que no sabían qué había pasado", denunció Sacco en alusión a las autoridades de la clínica privada en la que ocurrió la muerte de la legisladora porteña de Evolución Ciudadana. Sacco aclaró, además, que la familia que no tiene rencores, "sólo queremos la verdad para que haya justicia pero, por sobre todas las cosas, para que esto no le ocurra a nadie nunca más".