El maquinista Julio Benítez, quien conducía la formación que el sábado chocó en la estación de Once, fue dado de alta ayer y declaró ante el juez Ariel Lijo. Sostuvo que el tren “funcionaba bien” y argumentó que tuvo “varios vahídos” que no le permitieron recordar con precisión otros detalles.
Dijo no recordar en que estaciones paró, ni como lo hizo. Consultado sobre si alguien lo indujo a hacer algo en contra de su voluntad, el motorman respondió de manera negativa.
A la salida de Tribunales, su abogada, Valeria Corbacho, informó que Benítez “recuerda flashes” sobre los sucesos y que está “muy angustiado”. También confirmó la información surgida a partir de un blog del maquinista: “El tuvo un sueño en el que tenía una colisión muy similar a la que luego ocurrió. Se lo dijo a una psicóloga de la ART previo al accidente. Le llamó la atención el sueño recurrente”.
Benítez “no puede responder qué pasó con su mochila”, dijo la abogada. En ese sentido, la empresa encargada de obtener la imagen del disco rígido de la cabina informó que aún necesitará más tiempo para procesarla. El disco de la cámara de grabación instalada en la cabina del motorman fue hallado muy dañado en la mochila de Benítez poco después del accidente, por lo que la policía infiere que él la sacó del aparato tras el accidente, que le provocó un serio golpe en la nariz.
Benítez aún tiene que volver a ser intervenido quirúrgicamente por las heridas sufridas en el accidente. Ayer al mediodía fue trasladado del sanatorio porteño Dupuytren en patrullero hasta los tribunales de Comodoro Py. Ingresó con su cara semicubierta y con vendajes al sector de la Alcaidía, desde donde fue llevado al tercer piso para declarar ante Lijo.
Permanecerá detenido e incomunicado y sería imputado por “estrago doloso”. La calificación la definirá el magistrado luego de revisar las imágenes del disco duro de la cámara ubicada en la cabina del tren que impactó en la estación el sábado, a las 7.25.
En el pasillo del juzgado esperó la pareja del maquinista, Susana, con quien tiene tres hijos de 9, 11 y 12 años, y a quien no pudo ver desde el accidente del sábado. “Hay videos que muestran que es imposible sacar el disco, mi marido es derecho, le armaron esta causa, siempre tuvo problemas porque dice lo que piensa”, aseguró la mujer.
El sindicato La Fraternidad presentó en la justicia federal a Valeria Corbacho, que también defiende a otros dos conductores, ambos procesados: Marcos Córdoba, que conducía el tren de la tragedia de Once en que murieron 51 pasajeros, y Daniel Alberto López, el del choque de Castelar que causó 3 víctimas. También representa al ex presidente Fernando De La Rúa en la causa por supuestos sobornos en el Senado.