La Biblioteca Nacional de Medicina publicó un informe que revela que a una mujer de 27 años, que había llegado al hospital con tos, fiebre y una mucosidad espesa persistente desde hacía seis meses y a la que le habían recetado antibióticos y tratamiento antituberculoso que no tuvieron ningún efecto, finalmente una radiografía de tórax permitió descubrir que tenía un preservativo en un pulmón.
Tres presentar un cuadro de tos, fiebre y mucosidad espesa, la mujer, que es maestra de escuela, acudió al médico, que le recetó antibióticos y un tratamiento contra la tuberculosis.
Sin embargo, dos meses después regresó porque no había mejorado y las medicinas no habían tenido ningún efecto.
Los análisis de tuberculosis que le realizaron a la mujer le resultaron negativo, pero una radiografía de su pecho reveló una lesión en el lóbulo superior derecho de sus pulmones.
La lesión parecía tener "una estructura en forma de bolsa invertida asentada en el bronquio", indicaron los especialistas, que tras una intervención quirúrgica extrajeron la misteriosa "bolsa". Aunque la mayor parte de la misma fue destruida por el proceso, se pudo identificar que era un preservativo.
Entonces, hablaron con la paciente y terminaron descubriendo que se lo tragó mientras practicaba sexo oral con su marido.
Los médicos explican que el diagnóstico correcto se retrasó por diferentes motivos: la vergüenza de la mujer, que no contó lo sucedido antes; su edad, pues la ingesta de cuerpos extraños es más propia de accidentes en edades menores; y, sencillamente, porque un condón no entraba entre las opciones de los médicos como causa de una lesión en los pulmones. Aun así, este caso será recordado para siempre, sobre todo por la paciente, después de que haya quedado registrado.
La demora en el diagnóstico
Creen que es poco probable que el condón en sí mismo causase una lesión pulmonar directamente "debido a su consistencia blanda, elástica y gomosa", pero la obstrucción podría haber provocado la acumulación de secreciones, así como infecciones. Sin embargo, la forma en que el condón se agitaba dentro de su pulmón durante la respiración y la tos probablemente eliminó algunas secreciones, lo que provocó el retraso de los síntomas que el personal médico podría ver.
El equipo que estudió el caso también escribió en su informe que la pareja pudo haber dudado en revelar lo que había sucedido por vergüenza, o no relacionó la inhalación de un condón con el desarrollo posterior de tos.
La Biblioteca Nacional de Medicina -donde se presentó el estudio-, es la biblioteca de medicina más grande del mundo, una fuente de información médica y servicios de investigación en biomedicina y atención médica, y no tiene registrado un caso similar.