Las monedas de 2 pesos tienen poco valor por sí solas pero hay un mercado que separa las partes y las vende. El anillo dorado tan característico de esta moneda es el que tiene valor. Contiene cobre en alta proporción y por él se pagan hasta 12 pesos, es decir, seis veces más que el valor nominal de la moneda. Sin embargo, antes de apurarse a liquidar estas monedas, conviene averiguar por su valor como pieza de colección, que puede ser mucho más alto según el año de emisión y el estado de conservación.
Un video de redes sociales muestra una caja llena de monedas de dos pesos, herramientas que sirven para separar el centro de la moneda del anillo de exterior y cómo se realiza la operación.
“Me dicen, ¿por qué comprás las monedas? Mirá”, dice un hombre en el video, para pasar a mostrar cómo se usan las herramientas para separar los anillos: “Vale más por el metal que por lo que vale la moneda. El que sabe, sabe”, explica.
Solamente el anillo exterior, dorado y que contiene un 92% de cobre, se vende a 12 pesos, 6 veces más de lo que vale la moneda. En el video no se explica cuál es el valor para los reducidores de metales del centro plateado de la moneda, acuñado en una aleación de metales con menor proporción de cobre (75%) y níquel.
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La histórica moneda de un peso, que hoy duerme en tantos cajones de las casas argentinas.
La combinación del buen precio de los metales con la elevada inflación impulsó la demanda local de reducidores de metales por todo tipo de metales de descarte. Así como en muchos lugares se propagan los robos de cables, para aprovechar el cobre de su interior, también las monedas se transformaron en un negocio de fundición de metales, tal como explica con crudeza el protagonista del video. En el caso particular de las monedas bimetálicas, las de 1 y 2 pesos, su peso y su composición las volvieron mucho más valiosas que su valor nominal.
La inflación llevó a que las monedas queden en desuso. El Banco Central hace más de un año discontinuó la acuñación de monedas, reconociendo que el costo es mucho más alto que el valor que representan en dinero. “Compro monedas por kilo” es un pedido que se repite en sitios como Marketplace (Facebook) y Mercado Libre. Las reducidoras de metales se dedican a la chatarra, que proviene de restos industriales u hogareños, pero ya ponen el ojo sobre las monedas que quedan en circulación.
Pero debe tenerse presente que estas monedas pueden tener un valor mucho más elevado entre coleccionistas. La moneda de un peso, acuñada entre 1994 y 2016, puede oscilar entre 0,13 y 111,50 euros, dependiendo del estado de conservación, según una publicación online (https://www.foronum.com/catalogo-de-monedas/argentina/n-1564-1-peso)
Al igual que los billetes, destruirlas o alterarlas está castigado por el Código Penal. Sin embargo, en el Banco Central interpretan que “no es delito la destrucción o fundición de la moneda pública” pues “el tenedor de billetes que los corta o inutiliza sólo se daña a sí mismo”.