Miles de vehículos generaron ayer una cola de más de 10 kilómetros y demoras de más de ocho horas en el paso Cristo Redentor que conecta la provincia de Mendoza con Chile, en una jornada de bajas temperaturas, neviscas y lluvias.
Miles de vehículos generaron ayer una cola de más de 10 kilómetros y demoras de más de ocho horas en el paso Cristo Redentor que conecta la provincia de Mendoza con Chile, en una jornada de bajas temperaturas, neviscas y lluvias.
Vialidad Nacional informó que los controles para cruzar a Chile colapsaron por el intenso tránsito desde nuestro país que provocó colas de más de 10 kilómetros bajo un clima de bajas temperaturas, lluvias, neviscas y desmoronamientos de cato rodado.
La Gendarmería Nacional cortó la Ruta 7 a la altura de Uspallata para alivianar el paso hacia la zona de Los Horcones, mientras que Vialidad Nacional recomendó a los automovilistas realizar el cruce hoy.
Los cortes buscan controlar el flujo vehicular y evitar que colapse el paso, durante un fin de semana largo en el que se espera que unos 20.000 argentinos viajen a Chile tentados por la ofertas lanzadas por los comercios, sobre todo en el rubro electrónico.
Las autoridades aduaneras informaron que se están produciendo neviscas parciales en alta montaña y lloviznas en diferentes puntos del corredor, por lo que pidieron precaución a los automovilistas por el riesgo de desprendimientos en la zona de alta montaña.
Los tours de compras debido a los precios más accesibles, principalmente en tecnología e indumentaria, sumado a los turistas que en el último fin de semana largo del año buscan descanso en las playas chilenas hacen de Santiago y Viña del Mar lugares muy elegidos por los argentinos para escapadas de pocos días.
El fenómeno registrado en Mendoza se replicó en otros destinos turísticos del país, especialmente en los accesos a la Costa Atlántica en el último fin de semana largo del año por la celebración de la Inmaculada Concepción de María y un feriado puente.
Como suele ocurrir en esta época del año, los visitantes además de disfrutar de unas minivacaciones planifican las próximas vacaciones y cierran reservas.
En el comienzo de la jornada de ayer se registró una circulación de 2.800 autos por hora por la Autovía 2 en dirección a la Costa Atlántica desde la zona metropolitana de Buenos Aires.
El flujo de vehículos se mantuvo casi constante durante la mayor parte del día.
Por la tarde, unos 2.700 vehículos por hora circulaban por el peaje de Samboronbón, mientras que se producían demoras en el tránsito especialmente a partir del kilómetro 100 de la Autovía 2, según los registros de la policía.
También ayer se produjeron demoras en las salidas de la Capital Federal, especialmente en el enlace entre las autopistas 25 de Mayo y Buenos Aires-La Plata.
Los establecimientos hoteleros marplatense de más categoría cuentan con el mayor porcentaje de reservas aunque los de menos estrellas apuestan al efecto "cascada" y a las llegadas espontáneas, es decir, de aquellos turistas que vienen sin reservar previamente, destacaron desde el municipio local.
La titular del Ente Municipal de Turismo, Graciela Magnoler, señaló que esta temporada "los mendocinos, tucumanos y cordobeses contarán con un medio de transporte más para venir a veranear en esta ciudad balnearia, con la posibilidad de unir sus lugares de residencia con Mar del Plata en tan sólo dos horas", en referencia a los tres vuelos semanales entre Mendoza y Mar del Plata; cinco con la ciudad de Tucumán, y una frecuencia diaria con Córdoba.
En tanto, desde la terminal Ferroautomotores de Mar del Plata estaba previsto ayer el arribo de unos 520 micros adicionales a los 20 servicios regulares que brinda cada empresa que une el puente carretero Retiro-Mar del Plata.
Este fin de semana largo turístico podría ser el último de su tipo en caso de prosperar un proyecto anunciado por el gobierno nacional, el cual debe ser ratificado en el Congreso, para eliminar los feriados puente en el 2017.
El movimiento turístico desde la zona metropolitana de Buenos Aires a la Costa contrastó el volumen de reservas.
En Mar del Plata, la capacidad hotelera se vio colmada en un 80 por ciento, cifra muy alta en relación al escaso movimiento previo de las reservas.